Bolivia se encamina a una segunda vuelta presidencial entre un candidato centrista y otro de derecha, confirmando el fin de dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), según el Consejo Electoral del país sudamericano.
Con más del 91% de los votos escrutados hasta el domingo por la noche, los resultados preliminares situaban al centrista Rodrigo Paz (Partido Demócrata Cristiano, PDC) en cabeza, con un 32,8% de los sufragios.
El conservador Jorge “Tuto” Quiroga (Coalición Alianza Soberana) quedó en segundo puesto, con el 26,4%, lo que obligará a un balotaje el 19 de octubre frente a Paz, hijo del expresidente izquierdista Jaime Paz.
Para evitar una segunda vuelta, los candidatos necesitaban superar el 50% o, al menos, 40% con una ventaja de 10 puntos.
La corresponsal de Al Jazeera en Santa Cruz de la Sierra, Lucía Newman, señaló que estos resultados confirman que el MAS, en el poder desde 2005, está “fuera de juego”.
La “gran sorpresa”, según Newman, es que “el favorito no era quien lideraba las encuestas (entre cuarto y quinto lugar hasta ahora)”. Paz, agregó, es “más moderado” que su padre.
Ocho candidatos compitieron en estas elecciones, desde la extrema derecha hasta la izquierda tradicional.
Las encuestas preelectorales apuntaban a Samuel Doria Medina (empresario y exministro) y Quiroga como favoritos. Este último fue presidente interino y vicepresidente bajo el mandato del fallecido Hugo Banzer.
El expresidente Evo Morales fue inhabilitado, y el saliente Luis Arce, aliado de Morales, renunció a candidatearse.
La división interna del MAS, sumada a la profunda crisis económica, hacía improbable su retorno al poder.
Los resultados oficiales se anunciarán en 7 días. Los votantes también eligieron a 26 senadores y 130 diputados, que asumirán el 8 de noviembre.
(Foto: Trabajadores electorales durante el conteo en Santa Cruz. Crédito: EPA/Ibañez/Reuters)
—
Inflación en espiral
Bolivia enfrenta su peor crisis económica en décadas, con una inflación anual del 25%, escasez de dólares y combustible.
En los meses previos a las elecciones, hubo protestas masivas por el alza de precios y las colas interminables para obtener gasolina, pan y otros productos básicos.
Bajo Morales (2006-2019), el país vivió un auge económico, con la nacionalización del gas y programas sociales que redujeron la pobreza extrema.
Pero la falta de nuevos proyectos gasísticos —Morales priorizaba temas ambientales y el cambio climático— provocó que los ingresos por hidrocarburos cayeran de $6.100 millones (2013) a $1.600 millones (2024).
Con el litio aún sin explotar a gran escala, el gobierno carece de divisas para importar alimentos y combustible.
