Un bebé de Almería murió el domingo después de una circuncisión casera ‘desastrosa’ exigida por sus padres.
Su madre y padre, originarios de Mali, y una tercera persona que realizó el procedimiento, han sido arrestados por la Guardia Civil en Roquetas de Mar.
Estaban programados para comparecer ante un juez de Roquetas el martes.
El hombre encargado de llevar a cabo la circuncisión no tenía formación médica.
Las investigaciones están en curso y se llevó a cabo un registro en la vivienda de la familia el lunes por la tarde.
El bebé, un niño de 45 días, sufrió una grave pérdida de sangre y sus padres lo llevaron al centro de salud Roquetas de Mar Norte, pero los médicos no pudieron salvarlo.
El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, expresó su ‘conmoción y pesar’ por la muerte.
Elogió la ‘profesionalidad’ de la investigación de la Guardia Civil y del personal sanitario que intentó ayudar al bebé.
“Expreso el compromiso del Gobierno de España de proteger a los niños contra esta práctica reprobable que será perseguida”, añadió.
No es el primer caso de este tipo en España, con la muerte de un bebé de seis meses en circunstancias similares en una propiedad de Zaragoza en 2008.
Los padres recibieron penas de cárcel de 18 meses.
Tres años después, un bebé de Valencia de apenas un mes murió desangrado en un hospital después de que amigos de los padres realizaran una circuncisión.
En 2017, un hombre fue arrestado en Murcia que se hacía pasar por médico y ofrecía circuncisiones caseras para niños a 120€.
Una investigación policial descubrió que esterilizaba los instrumentos en el lavavajillas y administraba anestésicos a menores sin ninguna consulta o pruebas para determinar posibles alergias o reacciones adversas.
El procedimiento está vinculado a diversas culturas y religiones, y no es peligroso si es realizado por profesionales médicos.
Se ha demostrado que aporta beneficios para la salud, reduciendo las posibilidades de infecciones del tracto urinario.