COMUNICADO
El prestamista BBVA fracasó en su propuesta de adquisición de su rival más pequeño, Sabadell, poniendo fin a un tumultuoso episodio bancario en España.
Los accionistas de Sabadell, que poseen un 25,47% de los derechos de voto, respaldaron la oferta, una cifra muy inferior al 50% necesario para que la propuesta de BBVA triunfase por completo. De haber obtenido un respaldo superior al 30%, BBVA podría haber considerado realizar una segunda propuesta.
Este desenlace supone una severa derrota para el presidente de BBVA, Carlos Torres, quien ya pujó infructuosamente por Sabadell en 2020. Tras otro intento amistoso fallido en abril de 2024, Torres lanzó la oferta hostil en mayo de ese mismo año.
La oferta de BBVA desató una oleada de reacciones políticas, empresariales y sociales, especialmente en Cataluña. Sabadell fue fundado en esta región española, que cuenta con una sólida identidad nacionalista y una historia de movimientos independentistas.
Sabadell trasladó su sede social a Alicante en 2017 debido a la incertidumbre generada por el procés de independencia catalán. No obstante, en enero de este año, en pleno envite del BBVA, el consejo de Banco Sabadell decidió devolver la sede a Cataluña.
El gobierno español también se mostró hostil hacia la fusión propuesta, arguyendo que podría amenazar la competencia en perjuicio de los consumidores. En consecuencia, el Estado estableció condiciones para la operación, impidiendo que BBVA se fusionara completamente con Sabadell durante, al menos, tres años, en el caso de que el acuerdo hubiera seguido adelante.
Aunque surgieron preocupaciones sobre la competencia desleal y la posible pérdida de empleos, los partidarios del acuerdo enfatizaron las ventajas de la consolidación bancaria en Europa.
Argumentaban que, al crear entidades más potentes, los prestamistas de la eurozona estarían mejor posicionados para invertir en innovación. Las fusiones también pueden permitir a los bancos combinar su experiencia y, por ende, beneficiar a los consumidores, siempre y cuando se mantenga una competencia sana en el mercado.
Pese a todo, España no es el único país europeo donde las adquisiciones bancarias están fracasando en ganar tracción.
El prestamista italiano UniCredit retiró su oferta para comprar a su rival más pequeño, Banco BPM, en julio tras el escrutinio del gobierno italiano. UniCredit también está sopesando una oferta por el banco germano Commerzbank, si bien la dirección de Commerzbank (así como los políticos en Berlín) se oponen firmemente al acuerdo.
En reacción al fracaso de su propuesta, Torres afirmó: “De cara al futuro, nuestro plan estratégico y nuestros objetivos financieros para el período 2025-2028 nos mantendrán a la vanguardia de la banca europea en términos de crecimiento y rentabilidad”.
BBVA también anunció una importante recompra de acciones y el pago de un dividendo a cuenta.