Las calles del municipio alicantino de Ibi se transformaron el domingo en un caótico campo de batalla cubierto de un manto blanco, donde cientos de participantes se dieron cita con motivo del festival anual de Els Enfarinats. Esta tradición centenaria, que coincide con el Día de los Santos Inocentes —similar al April Fool’s Day en otras latitudes—, protagoniza una particular revuelta lúdica.
Ataviados con exagerados uniformes de estilo militar y coloridos disfraces, el grupo conocido como «Els Enfarinats» —término valenciano que significa «los enharinados»— llevó a cabo un simbólico golpe de Estado, tomando el control ficticio de la localidad. Desfilaron por las plazas principales, promulgando leyes absurdas e imponiendo multas a los «infractores», cuya recaudación se destina íntegramente a obras benéficas de la zona.
Huevos, harina y pirotecnia: Ibi literalmente embadurnado
No obstante, el clímax de la jornada llegó con la batalla campal que estalló en las vías públicas. Facciones rivales se enzarzaron en un frenesí de bombas de harina, huevos y petardos, cubriendo a participantes, espectadores y el empedrado con una espesa capa de polvo y yema. Según las crónicas locales, este año se emplearon más de 500 docenas de huevos, decenas de sacos de harina caducada y cerca de 100 kilogramos de material pirotécnico.
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Batalla callejera de Els Enfarinats en Ibi.
Crédito: Bernardo Reig FB
El evento, con más de dos siglos de historia, bebe de antiguas costumbres de inversión de roles sociales, análogas a las dinámicas carnavalescas de otras regiones europeas. Se enmarca dentro de la celebración del Día de los Santos Inocentes en España, jornada tradicionalmente dedicada a las inocentadas y las bromas.
Una tradición revitalizada, ahora cita ineludible
El alcalde Sergio Carrasco definió la fiesta como una muestra palpable del espíritu comunitario, recordando su revitalización en 1981 tras un paréntesis durante buena parte del siglo XX debido a la coyuntura histórica. Miles de personas se congregaron para presenciar el jaleo, que concluyó de forma pacífica por la tarde con danzas tradicionales y una simbólica restitución del orden.
No se registraron incidentes graves durante esta anarquía festiva, aunque los equipos de limpieza se enfrentaron a una tarea faraónica.
En un año en el que el precio de los huevos se ha disparado debido a problemas globales de suministro, uno no puede sino pensar que, al menos en Ibi, les dan un uso explosivamente bueno.
Batalla callejera de Els Enfarinats en Ibi.
Crédito: Bernardo Reig FB
Batalla callejera de Els Enfarinats en Ibi.
Crédito: David Vilaplana FB