Según informes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, la presunta red criminal encabezada por el abogado Gonzalo Márquez y Stefan Milojevic, de la banda de moteros United Tribuns, adquirió tres establecimientos hoteleros con el fin de blanquear los beneficios obtenidos del tráfico de drogas. La adquisición consistió en una pequeña cadena, el Blu Hotel Group, que incluye un hotel en Pamplona, otro en Amansa (Albacete) y un hostal en el Puerto de Alcudia, ubicado en el corazón de la zona portuaria y a escasa distancia de la marina.
De acuerdo con los investigadores, el letrado era el cerebro detrás de una compleja red de empresas. Al menos siete sociedades tenían su domicilio fiscal en su bufete; el hermano de Milojevic figuraba como administrador –el testaferro– de todas ellas.
La empresa matriz se denomina United Events S.L., constituida en octubre de 2024, también con el hermano de Milojevic como administrador, si bien Márquez asumió en solitario el cargo varios meses después. Otras transacciones estaban vinculadas a una parcela en Llucmajor, un concesionario de vehículos en Inca y intentos de compra de restaurantes. Ciertos acuerdos con los clanes narcos a los que Márquez y Milojevic supuestamente abastecían no implicaron efectivo. Por ejemplo, un clan de Son Banya pagó con un Porsche Panamera.
El martes, el juzgado de instrucción de Palma que supervisa la investigación levantó el secreto de sumario. Además de las actividades de blanqueo, los informes indican que los investigadores interceptaron una conversación telefónica entre Márquez y Milojevic el 9 de agosto del presente año. En ella, Milojevic afirma haber sido informado sobre una importante investigación policial en su contra. El exjefe del Grupo II de Narcóticos de la Policía Nacional, Faustino Nogales, advirtió a Milojevic que extremase las precauciones de seguridad.
Los tres fueron detenidos el 11 de agosto. Operaciones policiales posteriores han propiciado la arresto de casi un centenar de personas vinculadas a la red de Márquez y Milojevic, identificándose a Márquez como el “verdadero y único cerebro”. Este ejercía una autoridad absoluta para tomar decisiones relativas a las actividades de la organización concernientes al blanqueo de capitales obtenidos de su actividad principal: la droga.
En mayo de este año, Márquez le propuso a Milojevic agredir a un presunto colaborador de la Policía Nacional. Orchestró un plan para incriminar a un inspector jefe de la Policía Nacional, cuyas pesquisas condujeron finalmente a las detenciones. Junto con Milojevic, presuntamente erigió toda la estructura delictiva, cuyos objetivos eran “inundar las Islas Baleares de drogas” y lavar los beneficios mediante una serie de empresas. Según los investigadores, Márquez y Milojevic pretendían reclutar de forma permanente a personas vinculadas a los cuerpos de seguridad del Estado, la judicatura y los medios de comunicación.