Un gran grupo de cachalotes ha sido avistado entre 8 y 10 millas náuticas de la costa norte de Mallorca, en las aguas entre Sa Calobra y Punta Beca. El sorprendente encuentro tuvo lugar el pasado domingo y ha sido aclamado por testigos como uno de los avistamientos más espectaculares en la zona en los últimos años.
El avistamiento fue realizado por un pescador local, quien quedó asombrado por el tamaño y número de los mamíferos marinos: “Ese día no había mucha actividad de pesca, pero nunca habíamos visto tantos cachalotes y delfines antes”, contó a nuestro periódico hermano Ultima Hora. También resaltó la importancia de tratar a estos animales con cuidado y respeto: “Para evitar molestarlos, es mejor no acercarse demasiado —siempre tratamos de seguir ese principio”, agregó, refiriéndose a las pautas estándar para la observación responsable de la vida silvestre.
Aunque los cachalotes (Physeter macrocephalus)—conocidos localmente en Mallorca como cap d’olla—son nativos del Mar Mediterráneo, avistamientos tan cerca de la costa de la isla son raros. Estos gigantes marinos suelen habitar en aguas mucho más profundas, por lo que este encuentro cercano es particularmente significativo. Subraya el valor ecológico de las aguas mallorquinas y su importancia como hábitat vital para la biodiversidad marina.
También se vio a delfines nadando junto a los cachalotes, lo que sugiere que la zona es especialmente rica en vida marina. Los expertos creen que la región puede ser clave para la alimentación o migración, especialmente dado que el avistamiento ocurrió dentro del Corredor Migratorio de Cetáceos del Mediterráneo Occidental—una zona protegida que abarca más de 46,000 kilómetros cuadrados entre las costas de Cataluña, las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana.
Declarado Área Marina Protegida en 2018, el corredor está reconocido bajo el Convenio de Barcelona como un Área de Importancia Especial para el Mediterráneo (SPAMI). Su objetivo principal es proteger rutas migratorias esenciales para diversas especies de cetáceos, incluyendo cachalotes, ballenas fin, calderones y varios tipos de delfines. El norte de Mallorca, con sitios destacados como Sa Calobra, Punta Beca y Cap de Formentor, se encuentra dentro del área de influencia del corredor, resaltando aún más la importancia del avistamiento reciente.
Expertos marinos y pescadores locales continúan abogando por la observación no intrusiva. Las autoridades ambientales recomiendan mantener una distancia mínima de 60 metros de los cetáceos, evitar ruidos fuertes que puedan molestarlos y abstenerse de cruzar su camino.