Lily Jamali
Corresponsal de tecnología en Norteamérica
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Cuando Elon Musk anunció recientemente que se alejaría de la política, los inversores esperaban que eso significara que se enfocaría más en sus empresas tecnológicas.
Sin embargo, su fuerte discusión con el expresidente Donald Trump y la exposición pública de sus conflictos en la Casa Blanca sugieren que los cambios en sus prioridades podrían no ser la solución que esperaban.
En lugar de retirarse un poco del ojo público y centrarse en impulsar empresas como Tesla, ahora Musk enfrenta amenazas de boicot por parte del gobierno federal de Trump, uno de sus principales clientes.
El jueves, las acciones de Tesla cayeron un 14% después de que Musk criticara a Trump en redes sociales. Aunque se recuperaron un poco el viernes, la situación sigue lejos de ser ideal para los inversores que llevan meses pidiendo que Musk deje el teléfono y vuelva al trabajo.
"Están muy atrás"
Algunos argumentan que los problemas de Musk van más allá de esta pelea y su polémico rol en la administración Trump.
Para la periodista Kara Swisher, esto es especialmente cierto para Tesla:
—"Tesla está acabada", dijo a la BBC. "Fue una gran empresa de autos, pero están muy atrás en la competencia de taxis autónomos."
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Trump ahora amenaza con vender el Tesla que compró recientemente a Musk.
Tesla lleva años intentando alcanzar a Waymo, de Alphabet (Google), cuyos taxis sin conductor ya operan en varias ciudades. Este mes, Musk debería lanzar sus propios taxis autónomos en Austin, Texas.
Dan Ives, analista de Wedbush Securities, cree que el 90% del valor futuro de Tesla dependerá de la autonomía y robótica. Pero con la atención de Musk dividida, las probabilidades de éxito parecen menores.
Además, hay dudas sobre su motivación. En Silicon Valley, muchos se preguntan si a Musk aún le importa.
—"Es muy poderoso cuando se enfoca", dijo Ross Gerber, inversionista de Tesla que ha reducido su participación desde que Musk se involucró en política de derecha. "Fue un día extremadamente doloroso."
La caída de Tesla
Antes de enemistarse con Trump, Musk ya enfrentaba protestas como #TeslaTakedown. En abril, Tesla reportó una caída del 20% en ventas y más del 70% en ganancias.
—"No debería decidir el destino de nuestra democracia", dijo una manifestante en California.
Joan Donovan, organizadora de las protestas, señaló que Tesla ha sido "armatizado contra la gente", dando a Musk un poder enorme sin transparencia.
Otra fuente de críticas es X (antes Twitter), que Musk compró para tener influencia masiva.
¿Oportunidad para reinventarse?
Patrick Moorhead cree que la ruptura con Trump podría ayudar a Musk a recuperar imagen entre quienes lo rechazaron por su cercanía al expresidente.
—"Somos un país que perdona", dijo.
Kara Swisher comparó a Musk con Bill Gates, quien pasó de ser visto como "el Darth Vader de Silicon Valley" a rehabilitar su imagen.
El futuro incierto
El problema es que el futuro de Musk también depende de Trump. Aunque antes lo necesitaba, ahora Trump podría prescindir de él, especialmente tras su incursión en criptomonedas.
Trump amenazó con cancelar contratos gubernamentales de SpaceX (valorados en $38 mil millones). Sin embargo, SpaceX es clave para la NASA, lo que dificulta cortar esos lazos.
Musk también amenazó con retirar la nave Dragon, pero luego dio marcha atrás:
—"Buen consejo. No desmantelaremos Dragon."
Está claro que su amistad con Trump terminó. Lo que no está claro es si su dependencia mutua también lo hizo.
Sea como sea, las acciones de Trump seguirán influyendo en el futuro de Musk y sus empresas.
