Tres hombres han perdido la vida a causa de avispas asiáticas en Galicia en menos de dos semanas, lo que ha generado temores de que España esté perdiendo su prolongada lucha contra esta especie invasora.
Los tres fallecimientos fueron provocados por nidos de avispa subterráneos, particularmente peligrosos al resultar invisibles a simple vista.
Las dos primeras víctimas sufrieron las picaduras mientras realizaban labores de desbroce, y la tercera fue tomada por sorpresa al, según los informes, pisar un enjambre mientras cazaba perdices cerca de su hogar en Cospeito (Lugo).
Una avispa asiática ‘asesina’
El más reciente de estos ataques mortales ocurrió el domingo, una fecha de finales de octubre que no se corresponde con el período álgido habitual de estos insectos, que normalmente se multiplican entre junio y septiembre.
La adaptación de los insectos al clima y al terreno se señala como la razón del aumento de las picaduras mortales en otoño.
La batalla contra las avispas asiáticas, conocidas como ‘avispones asesinos’, se libra en toda España desde hace aproximadamente quince años.
No obstante, esta lucha se ve socabada por la falta de preocupación del gobierno gallego ante la amenaza para la salud pública que suponen estas avispas, según el veterinario experto Xesús Feas.
Las autoridades afirman que la situación mejora, citando un descenso del 30% en las llamadas por avispas este año; sin embargo, los expertos advierten que no todos los nidos detectados se eliminan debido a la saturación del personal y los recursos limitados.
A pesar de ello, la Xunta de Galicia ha defendido sus planes, activados el año pasado, afirmando que se ha duplicado el número de reinas capturadas en 2025 en comparación con 2024, gracias a las nuevas trampas instaladas por los concellos, según fuentes de la Consellería de Presidencia.
Además, en el último año se han eliminado más de 16.000 enjambres en árboles, maleza, edificios e incluso en cajones de armarios.
Los enjambres invisibles continúan siendo los más peligrosos, como lo demuestran los tres últimos decesos, todos consecuencias de enjambres subterráneos ocultos.
La última vez que se produjeron muertes por avispas en Galicia fue en 2018, cuando tres personas fallecieron en una semana.
A pesar de los esfuerzos gubernamentales, los ataques de este mes son una prueba de que la batalla contra estos insectos dista mucho de haber concluído.
Según Marita Puga, presidenta de la Asociación Galega de Apicultura, estos insectos continúan suponiendo un “problema de salud pública”.
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