Tuve la oportunidad de probar Turok: Origins, el próximo juego de disparos cooperativo en tercera persona, en la Gamescom 2025. No soy un superfan de la serie sobre cazar dinosaurios, pero disfruté mucho sus primeros títulos, incluyendo la trilogía de Nintendo 64 e incluso el spin-off multijugador, Turok: Rage Wars, que divide opiniones.
Aparte de un spin-off del 2019 que ya no está disponible, la serie ha estado inactiva desde el Turok del 2008 para consolas de séptima generación. Ahora regresa con Turok: Origins, de parte del desarrollador y publicador Saber Interactive, aunque aún no han anunciado una fecha de lanzamiento.
Yendo a los detalles importantes, Turok: Origins es un shooter centrado en el cooperativo para hasta tres jugadores. Eliges un personaje de una clase específica – cada uno con sus propias armas y habilidades – y te adentras en un mapa donde debes completar una serie linear de objetivos antes de enfrentarte a un jefe final.
Mi experiencia con el juego hasta ahora es mayormente positiva. Disparar a criaturas prehistóricas y a una raza alienígena hostil es muy divertido; las armas y las animaciones para muertes rápidas se sienten muy pulidas, y creo que la elección de la perspectiva en tercera persona es acertada.
Aunque tengo algunas dudas, principalmente con el diseño de los entornos. Los mapas se sienten bastante monótonos y similares estéticamente, y también eran increíblemente oscuros, lo que hacía difícil ver a los enemigos escondidos en las sombras o entre la flora.
Incluso en mi breve sesión, Origins empezaba a sentirse un poco repetitivo, así que no estoy seguro de su valor de rejugabilidad. Pero si Saber Interactive lo hace bien, podría ser uno de los mejores juegos cooperativos de los últimos años.
Golpéalos con el destructor de cerebros
(Crédito de la imagen: Saber Interactive)
Centrémonos en lo positivo por ahora. El combate en Turok: Origins se siente muy bien. Los personajes tienen una gran variedad de tipos de armas, incluyendo escopetas, rifles, arcos y clásicos de la serie como el Cerebral Bore (Taladro Cerebral) – un instrumento terroríficamente cruel que literalmente succiona el cerebro del cráneo del enemigo.
Cuando le pregunté al director creativo, Jesús Iglesias, si el Bore estaría tan overpowered como en entregas anteriores, no dudó en responder con un sonoro y emocionado “¡sí!”. Normalmente, un desarrollador buscaría equilibrar un arma así, pero aprecio que Saber parezca tener tanta reverencia por esta herramienta de destrucción como los fans de la serie.
La buena noticia es que Saber Interactive claramente quiere mucho el material original. La variedad de dinosaurios es impresionante, y cada tipo presenta su propio desafío. Algunos prefieren embestirte a corta distancia, mientras que otros se mantienen atrás para ganar ventaja de altura y lanzar ácido.
Noté que la conciencia espacial es clave para el éxito. Los mapas de Origins (al menos lo que he jugado) están diseñados con al menos dos capas verticales. Un equipo coordinado de tres jugadores tiene definitivamente la mejor oportunidad de éxito, ya que probablemente necesitarás comunicar las amenazas prioritarias y dividir la atención del equipo según las habilidades de cada personaje.
Una clase, por ejemplo, se sentía perfecta para el combate cuerpo a cuerpo. Sus habilidades le permitían aumentar su propio daño. Otra parecía más enfocada en el control de multitudes, capaz de crear barreras para restringir los movimientos enemigos. Aisladamente, es algo bastante simple, pero en un entorno cooperativo, las sinergias que estas habilidades proporcionaban aumentaron la diversión.
Bienvenido a la jungla
(Crédito de la imagen: Saber Interactive)
La progresión general de la misión fue bastante directa. Avanzamos desde una jungla densa hasta un templo oculto, antes de enfrentarnos a un estegosaurus cyborg colosal (sí, en serio) en una gran arena circular. Los objetivos iban desde simplemente activar unos nodos hasta eliminar a un número determinado de enemigos.
La naturaleza básica de estos objetivos parece aceptable para el inicio del juego, pero lo que más me preocupó fue el diseño de niveles en sí. Los entornos (especialmente los exteriores) son bonitos, pero también un poco laberínticos y repetitivos. También noté que era fácil perder de vista a los enemigos entre el follaje denso, lo que me dejó expuesto a varios ataques sorpresa. Aunque, honestamente, esto podría ser intencionado por parte del desarrollador.
Lo que fue incluso más molesto fue que los entornos se sentían demasiado oscuros. Claro, podría haber sido por los monitores en los que jugábamos, pero la falta general de fuentes de luz no ayudaba nada a la hora de detectar enemigos u objetivos.
Afortunadamente, la cosa mejoró cuando nos enfrentamos al ya mencionado jefe estegosaurus. La criatura imponente tenía mucha armadura y no tenía miedo de mover su peso literalmente.
Mi equipo tuvo que entender bien la mecánica de la pelea, soltando su armadura para exponer puntos débiles y causar más daño. En ese frente, guardar las habilidades más poderosas para cuando más las necesitábamos fue crucial. Si un compañero cae, puedes revivirlo, pero eso puede ser difícil en una batalla tan intensa.
Para ayudar, la munición es un recurso universal para todas las armas, y se puede recargar cogiendo plantas amarillas esparcidas por el campo de batalla. Sin embargo, esto también (junto con las plantas de curación azules) es un recurso limitado. Así que tuvimos que tener cuidado de no ser demasiado imprudentes con nuestros recursos y nuestras vidas.
Por ahora, Turok: Origins parece que será una experiencia disfrutable para tres amigos. No estoy muy seguro de que funcione igual de bien en solitario (que está soportado), y espero que los niveles y objetivos se vuelvan más ambiciosos a medida que el juego progresa. Pero definitivamente me gustaría jugar más cuando finalmente se lance para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC.