María José Aguiló, vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Hoteleroes de Mallorca, afirma que el acuerdo salarial entre la federación y el sindicato UGT supondrá que, al finalizar su periodo de tres años (2027), los salarios en la hostelería habrán aumentado un 47% desde 2014.
Durante el mismo periodo, la inflación, medida por el Índice de Precios al Consumo, habrá subido un 32% (el aumento real más una proyección hasta 2027). Por tanto, la federación sostiene que los trabajadores habrán ganado alrededor de un 15% en poder adquisitivo.
La crisis financiera del 2008 congeló prácticamente los salarios. Esto empezó a revertirse en 2014, siendo el mayor incremento en 2017, cuando las negociaciones salariales bajo el convenio colectivo no fueron necesarias. La federación ofreció un 17% en cuatro años. Los sindicatos, que pedían un 10%, no iban a rechazarlo. Las condiciones de ese acuerdo se prorrogaron dos años más debido a la pandemia.
Fue el aumento del 2017 el que evidenció las diferencias entre los empleadores. Restaurantes y vida nocturna tuvieron que aceptarlo, al igual que pequeños grupos hoteleros. Para los grandes grupos, fue un trato fácil de asumir.
El acuerdo del 13.5% entre la federación y la UGT es un compromiso: las posturas iniciales eran 8.5% y 19%. Pero no todos están conformes. Los restaurantes se niegan a firmar, la asociación de nightlife aún no se pronuncia pero probablemente apoye a los hosteleros, y los hoteleros de Menorca aceptan el trato “a regañadientes”.
Manuel Sendino, gerente de la Federación de Hoteleroes de Ibiza y Formentera, asegura que su federación firmará “sin duda”. Aunque admite que “para unos será más difícil que para otros”. “Pero está claro que hay que hacer el sector atractivo”. En este sentido, destaca que el alto costo de vida en Baleares obliga a mejorar salarios.
El sindicato CCOO, socio menor en las negociaciones, afirma que el acuerdo habría sido mejor para los trabajadores si hubieran participado.
Las partes se reunirán la próxima semana para la firma formal. Dado que la federación mallorquina y la UGT tienen mayoría, en teoría los demás están obligados a acatar el acuerdo. Pero esa reunión no promete ser sencilla.
