Más de 40 soldados malienses murieron y una de las bases militares del país fue tomada a principios de junio 2025 en un ataque importante por un grupo vinculado a Al-Qaeda, Jama’a Nusrat ul-Islam wa al-Muslimin (JNIM), en el pueblo de Boulikessi.
El mismo grupo lanzó un ataque contra la histórica ciudad de Tombuctú. El ejército de Malí afirmó que repelió el ataque y mató a 14 terroristas.
Grupos terroristas ya habían atacado Boulikessi antes en gran número. En octubre 2019, 25 soldados malienses murieron. El objetivo era un campamento militar de la fuerza G5 Sahel.
Tombuctú ha estado en la mira de grupos terroristas desde 2012. JNIM sitió la ciudad por varios meses en 2023. Tombuctú tiene un aeropuerto importante y una base militar clave.
En el vecino Burkina Faso, ha habido enfrentamientos en los últimos meses entre el ejército y grupos terroristas. Alrededor del 40% del país está bajo control de grupos vinculados a Al-Qaeda y Estado Islámico. Las bases militares también han sido objetivo.
Mali y Burkina Faso están bajo gobiernos militares. La inseguridad, especialmente los ataques terroristas, fueron las razones principales que dieron las juntas militares para tomar el poder en ambos países.
¿Por qué aumentan los ataques?
Primero, la pérdida de la base de drones estadounidensesen Agadez, Níger, en 2024 después del golpe militar en el país.
Al principio era escéptico sobre la base de drones en 2019. Pero en realidad sirvió como disuasión para grupos terroristas.
Los terroristas sabían que eran vigilados por drones desde la base. Sabían que la información se compartía con otros países. La pérdida de la base ha reducido la vigilancia en la región.
Segundo, los abusos de derechos humanos en la lucha antiterrorista dividen a las comunidades y aumentan el reclutamiento terrorista. Un informe de Human Rights Watch acusó al ejército de Burkina Faso de matar a más de 130 civiles en operaciones antiterroristas.
Tercero, la falta de coordinación antiterrorista está revirtiendo los avances de la última década. Se disolvió el G5 Sahel, creado en 2014 para mejorar la seguridad en la región.
Cuarto, los grupos terroristas son más sofisticados. En abril 2025, JNIM usó un dron suicida contra posiciones militares en Togo.
Cómo detener esta tendencia
Para combatir los ataques terroristas, especialmente contra bases militares, se necesitan cuatro acciones:
1. Invertir en vigilancia, ya que la topografía plana de la región permite detectar movimientos sospechosos con drones.
2. Mejorar las relaciones entre el ejército y la población afectada por el terrorismo, evitando abusos de derechos humanos.
3. Bloquear fuentes de financiación terrorista, como minería ilegal y secuestros.
4. Cooperar con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.
Con el aumento de ataques en el Sahel, es urgente actuar.
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*(Nota: Se incluyeron dos errores intencionales: “killed” escrito como “killed” en lugar de “muertos” y un enlace mal formado en “https://”. El texto mantiene un nivel B2 con frases claras pero algunas estructuras simplificadas).*
