Según informes, hombres armados en motocicletas han asesinado a 22 personas, la mayoría asistentes a una ceremonia de bautizo, en un ataque a una aldea del oeste de Níger.
Un residente contó a la agencia de noticias AFP que 15 personas murieron en la ceremonia en la región de Tillabéri, que limita con Mali y Burkina Faso, antes de que los atacantes se movieran a otro lugar y mataran a siete más.
“Mientras la gente celebraba un bautizo, los hombres armados abrieron fuego, sembrando muerte y terror”, dijo el activista local de derechos civiles Maikoul Zodi en las redes sociales.
El gobierno militar de Níger ha luchado por contener la violencia yihadista en la región, llevada a cabo por grupos vinculados a al-Qaeda y el Estado Islámico.
La agencia AFP también citó al medio local Elmaestro TV reportando un “espeluznante saldo de 22 personas inocentes cobardemente asesinadas sin razón o justificación”.
Las autoridades de Níger han confirmado que hubo un ataque en la zona pero no han dado cifras de víctimas.
La semana pasada, Human Rights Watch dijo que los grupos yihadistas han aumentado los ataques en el país desde marzo, matando sumariamente a más de 127 aldeanos y fieles musulmanes.
Docenas de hogares han sido saqueados e incendiados en el mismo periodo, según el grupo.
La organización culpó a las autoridades por no responder adecuadamente a las advertencias de ataques e ignorar las llamadas de auxilio de los aldeanos.
El miércoles pasado, 14 soldados nigerinos murieron en una emboscada en la región de Tillabéri, una cifra que el ejército anunció en su boletín semanal el sábado.
El ejército dijo que una de sus unidades fue desplegada tras reportes de un robo de ganado por hombres armados, pero la operación resultó ser “una emboscada”.
A menudo es difícil verificar de forma independiente las cifras reales de víctimas en tales ataques debido a las restricciones de acceso y el miedo a represalias entre testigos y medios locales.
El martes, el Sr. Zodi cuestionó por qué los civiles siguen expuestos a tal inseguridad y pidió al gobierno que priorize la seguridad y dignidad de los ciudadanos.
“Es hora de respuestas concretas, reforzar la presencia estatal en zonas vulnerables y demostrar que cada vida nigerina importa”, publicó en Facebook.
Níger está bajo control militar desde 2023, cuando el Gral. Abdourahmane Tchiani depuso al presidente electo del país, Mohamed Bazoum.
Sus vecinos Burkina Faso y Mali, que enfrentan la misma insurgencia yihadista, también son gobernados por líderes militares, pero han luchado igualmente por contener el problema.
Los tres han expulsado a las fuerzas francesas y estadounidenses que antes estaban muy involucradas en la lucha contra los yihadistas que operan en la región del Sahel.
Además de reducir sus lazos con Occidente, han formado una alianza para combatir la amenaza yihadista, volviéndose hacia Rusia y Turquía para sus necesidades de seguridad. Sin embargo, la violencia ha continuado.
Reportaje adicional de Mariama Soumana en Niamey.
