El Ayuntamiento de Palma planea instalar una zona de baño adaptada en la playa de Cala Estancia el próximo verano, lo que permitirá a personas mayores, a aquellas con movilidad reducida y a quienes dependen de asistencia disfrutar del mar con mayor comodidad.
Las playas de Palma ya cuentan con puntos de acceso especiales y áreas delimitadas por boyas, pero esta nueva iniciativa va un paso más allá: contará con pasarelas de apoyo y un conjunto de 24 asientos sombreados situados directamente en el agua.
El proyecto forma parte de una solicitud de uso de dominio público que el consistorio ha presentado a la Demarcación de Costas, ahora en periodo de información pública. Se trata de un trámite necesario antes de que puedan sacarse a concurso las futuras concesiones de playa. Cala Estancia será la primera playa en probar el esquema de baño adaptado, que ya existe en otros municipios españoles como Málaga, Fuengirola y Almería.
Se eligió Cala Estancia porque su espigón ayuda a suavizar el oleaje y las corrientes, creando condiciones más seguras. La nueva área estará balizada para garantizar la protección y evitar intrusiones, permitiendo a los usuarios permanecer en el agua sin molestias.
La Asociación Balear de Personas con Discapacidad Física (ASPROM) ha acogido con satisfacción la medida. Su presidente, Joaquín Pérez, señaló que este tipo de iniciativas animan a las personas con problemas de movilidad a ir a la playa, mientras que muchos actualmente se abstienen debido a las dificultades prácticas.
“La accesibilidad en las playas ha mejorado enormemente en los últimos años,” destacó Pérez. ASPROM organiza salidas veraniegas a la playa y conoce bien los servicios locales. Las playas de Palma ya disponen de sillas anfibias y personal de apoyo para ayudar a la gente a entrar al mar. El inconveniente, añadió, es que el proceso suele ser lento y se forman colas.
“Cuando alguien va por su cuenta, tiene que estar pendiente por si hay demasiada gente esperando. Puede resultar agobiante, y muchos desisten,” afirmó. Pérez espera que el proyecto de Cala Estancia se extienda a otras playas para evitar la saturación.
Llamamiento al respeto
ASPROM también instó a los demás usuarios a colaborar para hacer la costa accesible. Respetar las plazas de aparcamiento para personas con discapacidad es un acto básico de civismo, subrayó Pérez: “Si quieres mi plaza, cógeme también la discapacidad. Hay gente que parece creer que son plazas VIP.”
También pidió a los conductores que no estacionen demasiado cerca de los vehículos utilizados por personas con discapacidad —quienes a menudo necesitan más espacio para salir— y que no obstaculicen rampas o puntos de acceso. En la propia playa, añadió, también se deben respetar las áreas señalizadas: “Si los usuarios no pueden llegar a una zona con pasarela, simplemente no podrán ir a la playa.”