LAGOS, Nigeria (AP) — El expresidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, quien gobernó el país más poblado de África tanto como dictador militar como presidente democrático, falleció el domingo a los 82 años y es recordado como una figura divisiva que lideró uno de los períodos más turbulentos del país.
"Heredó una oportunidad histórica y la desperdició", dijo Olive Chiemerie, un escritor de Lagos, a The Associated Press. "Su legado es de oportunidades perdidas, desigualdad creciente y un país dejado en pedazos."
Algunos momentos clave de su presidencia:
Protestas ‘EndSARS’
En octubre de 2020, miles de jóvenes salieron a las calles para protestar contra la unidad policial SARS, acusada de asesinatos extrajudiciales, tortura y extorsión.
Buhari respondió disolviendo la unidad, pero cuando las protestas crecieron exigiendo mejor gobierno, su administración envió fuerzas de seguridad. El 20 de octubre, soldados dispararon contra manifestantes pacíficos en Lagos, matando al menos a 12 personas. Buhari no mencionó los tiroteos en un discurso nacional, llamando a los manifestantes "alborotadores".
Prohibición de Twitter
Muchos nigerianos expresaron su enojo en redes, especialmente en Twitter, criticando la corrupción y la inseguridad.
El conflicto escaló cuando Twitter eliminó un tuit de Buhari sobre un movimiento separatista. El gobierno suspendió el acceso a la plataforma por siete meses, aumentando preocupaciones sobre derechos humanos.
Economía en crisis
Buhari implementó políticas que llevaron al país a recesión en 2016 y 2020. En 2019, cerró fronteras para impulsar producción local, pero causó inflación descontrolada.
"Dejó una deuda que sigue afectando a sus sucesores", dijo Akeem Alao, profesor en Lagos.
Crisis de seguridad
Su gobierno no cumplió su promesa de acabar con la violencia de Boko Haram, que ha matado a 35,000 personas y desplazado a más de 2 millones. Los extremistas expandieron sus ataques, incluso cerca de la capital.
A pesar de declarar a Boko Haram "derrotado técnicamente", la inseguridad persitió.