El 28 de abril del año pasado, Miquel Binimelis, de 50 años, asesinó a golpes a su madre de 82 y posteriormente incineró su cuerpo en una hoguera en su finca de Manacor. También mató a su hermano Martí, de 56 años, quien padecía una discapacidad intelectual y movilidad reducida, golpeándolo repetidamente en la cabeza y otras partes del cuerpo. Miquel había intentado arrastrar a Martí hacia la hoguera, pero no lo consiguió.
En el momento de su detención, declaró a la policía que había realizado un exorcismo. La Fiscalía no considera que sea imputable penalmente, ya que había sufrido un brote psicótico, un trastorno delirante provocado por el consumo excesivo de cannabis.
No obstante, la acusación solicita su ingreso en un hospital psiquiátrico por un total de 54 años y que indemnize a su hermana con 50.000 euros por la muerte de su madre y su hermano.
El exorcismo pretendía abarcar toda la propiedad y no solo a sus familiares. Había prendido fuego a una hilera de cipreses, lo que alertó a los servicios de emergencia. Cuando llegaron los agentes de la Policía Nacional, les amenazó: “Si entrán, los mato”.
Cuando finalmente accedieron, él corrió hacia ellos con un palo ardiendo y se lo lanzó a uno de los oficiales. También les arrojó piedras e intentó golpearlos con una lámina de metal. Fue necesario emplear spray de pimienta para reducirlo.