Según el director general de Recursos Hídricos del Govern balear, Joan Calafat, existe una piscina por cada catorce residentes en las islas, mientras que en la península la proporción es de una por cada treinta o treinta y cinco habitantes. En este sentido, la densidad de piscinas es al menos el doble que en el territorio peninsular —79.588 legales, según el catastro, más unas 20.000 ilegales estimadas—.
Entre 2015 y 2023 se construyeron 6.341 piscinas. En los últimos dos años, se han añadido otras 3.920. Dos factores explican este aumento: la construcción de viviendas en zonas rurales, todas con piscina, y, especialmente, el incremento de piscinas en las nuevas promociones residenciales. Además, múltiples indicios señalan que una piscina revaloriza significativamente las propiedades.
Fuera de Palma, Calvià es el municipio con más piscinas —5.233, una por cada nueve personas—, incluyendo las de hoteles. En Marratxí, una localidad con muchas viviendas unifamiliares pero prácticamente sin hoteles, hay 4.414.
Todas estas piscinas deben analizarse en el contexto de la preocupación por los recursos hídricos. Dos comarcas de Mallorca, Artà y el Pla, están en alerta por sequía, el nivel previo a la emergencia. El resto de la isla se encuentra en prealerta, con algunos municipios de la Serra de Tramuntana —como Deià— que experimentan escasez durante el verano.
El Ayuntamiento de Artà ha aplicado una moratoria para las licencias de nuevas piscinas, mientras que la normativa del Consell de Mallorca ha reducido el tamaño permitido para estas. Joan Calafat afirma que estas limitaciones ayudan a disminuir la evaporación del agua. Su departamento estima que en el conjunto de Baleares se pierden anualmente entre siete y ocho hectómetros cúbicos por evaporación de las piscinas. Otro hectómetro cúbico se pierde en la limpieza de filtros. Esta pérdida total supera la capacidad del embalse del Gorg Blau cuando está lleno. Las piscinas requieren rellenado periódico debido a la evaporación, lo que contribuye a que consuman en torno al tres por ciento del total del agua.
Calafat subraya la importancia de educar a la ciudadanía en el consumo responsable y de invertir en las redes para optimizarlas y prevenir fugas. Señala que el gobierno actual está realizando inversiones significativas en el ciclo integral del agua, y destaca que en ocasiones hasta una cuarta parte del agua introducida en la red proviene de plantas desalinizadoras.