La oposición en Venezuela está recibiendo con enorme alegría la victoria del Premio Nobel de María Corina Machado.
Existe la esperanza de que esto atraiga una atención internacional renovada hacia su causa.
Al responder por el premio, Machado pidió ayuda directamente al hombre que esperaba ganarlo.
“Hoy más que nunca contamos con el Presidente Trump”, dijo Machado.
Ella espera que, con la ayuda de él, de Estados Unidos, otras naciones de América Latina y las “naciones democráticas del mundo”, Venezuela logre “alcanzar la libertad y la democracia”.
La pregunta es: ¿hasta dónde llegará Donald Trump?
Hay mucho en juego en Venezuela en este momento.
Imaginen un país donde millones de personas viven en la pobreza. Servicios básicos, como la electricidad, son poco confiables en muchas zonas. El sistema de salud está en crisis, con escasez aguda de medicinas. Millones de ciudadanos han huido en los últimos años, muchos hacia Estados Unidos o países vecinos.
Las últimas elecciones fueron ampliamente rechazadas a nivel internacional por no ser ni libres ni justas. Las fuerzas de seguridad reprimieron las protestas después de la votación, con muchas personas detenidas. Organizaciones de derechos humanos creen que todavía hay cientos de presos políticos.
Más recientemente, Estados Unidos ha comenzado a bombardear barcos frente a la costa del país – en aguas internacionales – que según alega transportan narcotraficantes. Abogados dicen que los ataques podrían violar el derecho internacional.
Esto es solo una muestra de la situación en y alrededor de Venezuela ahora mismo. En cualquier otro contexto, sería una noticia enorme.
Pero la oposición, a quien Estados Unidos entre otros dice que ganó las últimas elecciones, se ha quedado con pocos caminos claros para lograr un cambio real.
p>Machado, su líder de facto, está escondida en Venezuela. El candidato opositor Edmundo González, a quien Estados Unidos y otros reconocen como presidente electo, vive en el exilio. Ambos enfrentan amenazas y han sido acusados de “traición” por el gobierno.
Machado apareció brevemente en una protesta antes de la inauguración del presidente Nicolás Maduro en enero, pero fue arrestada y luego liberada.
Las protestas generalizadas que ocurrieron después de las últimas elecciones han disminuido en frecuencia, debido al miedo a represalias para los manifestantes.
Los llamados de la oposición para que los militares y las fuerzas de seguridad abandonen al presidente Maduro hasta ahora no han producido deserciones significativas. Ellos, y otros grupos milicianos claves, permanecen leales al presidente.
Sin embargo, existe la duda sobre qué tan lejos están dispuestos a llegar los aliados de la oposición – incluyendo a Estados Unidos – para intervenir.
En semanas recientes, Estados Unidos ha bombardeado al menos cuatro barcos en el Mar Caribe frente a la costa de Venezuela en aguas internacionales, matando al menos a 21 personas. Estados Unidos afirma que son barcos de narcotráfico pero no ha proporcionado detalles sobre las personas a bordo.
Algunos abogados creen que los ataques violan la ley internacional, pero un memo filtrado recientemente enviado al Congreso dijo que Estados Unidos ahora se define como estar en un “conflicto armado no internacional” – sugiriendo que intenta justificar el uso de poderes de guerra contra supuestos carteles.
Aunque es verdad que carteles, como el Tren de Aragua, tienen presencia en la región de donde se alega vienen algunos de estos barcos – de Venezuela – esto de ninguna manera es el punto más caliente de tráfico en América Latina.
Eso ha llevado a muchos en la región a sospechar que el verdadero objetivo de Donald Trump con estos ataques, junto con aumentar la presencia militar estadounidense en la región, es ejercer presión militar sobre Maduro y sacarlo del poder.
El Pentágono supuestamente ha reunido una fuerza de miles de tropas en la región y ha estado planeando operaciones militares potenciales. Fuerzas de operaciones especiales han sido avistadas por islas caribeñas vecinas, como Trinidad y Tobago.
El ministerio de relaciones exteriores de Granada ha dicho que está revisando una petición del gobierno estadounidense para instalar equipo de radar y personal técnico temporalmente en su aeropuerto.
El ministro de defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha advertido sobre posibles ataques estadounidenses con drones o fuerzas especiales llevando a cabo “asesinatos selectivos”. El presidente de la vecina Colombia, Gustavo Petro, ha afirmado que se ha abierto un “nuevo escenario de guerra” en el Caribe.
En Venezuela, las reservas civiles se han estado preparando para un posible ataque estadounidense.
Oficiales de la administración estadounidense argumentan que Maduro está a la cabeza de la red de carteles de Venezuela, algo que él niega, por lo que se cree que Estados Unidos argumentaría que sacarlo del poder es en última instancia una operación ‘antinarcóticos’.
En agosto, Estados Unidos duplicó una recompensa por cualquier información que lleve a su arresto a 50 millones de dólares y lo acusó de ser “uno de los mayores narcotraficantes del mundo” – algo que el gobierno desestimó como “patético”.
Venezuela ha cooperado con algunos vuelos de repatriación de migrantes desde Estados Unidos, pero esto no ha calmado la ira de Trump hacia Maduro.
El viernes, el New York Times reportó que oficiales venezolanos ofrecieron a la administración Trump una participación mayoritaria en los recursos de petróleo, oro y minerales de Venezuela, fuertemente sancionados – pero que la administración Trump rechazó la oferta.
La administración Trump pudo haber rechazado al comité del Premio Nobel de la Paz y acusarlo de ser “político” por no otorgárselo al presidente estadounidense. Pero, por ahora, él sigue siendo un aliado de la oposición venezolana y un oponente feroz de Maduro.
CBS News – el partner de la BBC en Estados Unidos – entiende que Trump llamó a Machado para felicitarla, diciendo que ella merecía el premio.
Sigue sin estar claro si Estados Unidos mantendrá sus operaciones enfocadas en estos pequeños barcos en el Mar Caribe – o tiene planes más amplios para atacar a figuras más importantes dentro de la administración Maduro.
Venezuela puede que no tenga muchos aliados en el escenario mundial, pero hay excepciones notables como China, Rusia, Irán y Cuba.
Si Estados Unidos decide intervenir en suelo venezolano, la situación podría escalar muy rápido.