Saul ‘Canelo’ Álvarez y Terence Crawford tienen muchísimo que perder por razones diversas.
Para ambos púgiles, una derrota en este combate no sería un buen reflejo y no beneficiaría en nada sus legados.
¿Acaso creo que sus legados y todo lo logrado previamente deberían ser anulados por una sola pérdida? No, pero ya se sabe cómo funciona este medio.
Esto es lo último que el público recordará y es aquello que nunca te dejarán olvidar.
Se trata de un auténtico combate de superestrellas de primer nivel.
Es un enfrentamiento que captura la atención de todos.
Álvarez es la cara del boxeo y jamás ha sido doblegado o dominado. Puede que tenga empates y derrotas en su historial, pero siempre hay explicaciones: subir de peso o noches en las que simplemente no dió la talla.
No tuvo carrera amateur, sino que aprendió su oficio como profesional, debutando con tan solo 15 años.
Ahora con 35 primaveras, dice que le gustaría seguir peleando otros cinco o diez años, pero las señales apuntan a que se acerca al final. Lo que es seguro es que no desea otra mancha en su trayectoria.
Aunque Álvarez sea el nombre que más reconocen los aficionados ocasionales, no se equivoquen: esta no es una pelea en una encrucijada para él.
Álvarez tiene más kilómetros en las piernas, pero Crawford, que cumple 38 años poco después del combate, es el hombre maduro. Lleva mucho tiempo en la cima y además tuvo una extensa carrera amateur.
La disparidad de peso, y lo que intenta Crawford, al subir dos divisiones para buscar un tercer título indiscutible, añade aún más atractivo al evento.
No soy given de apostar, pero es difícil envisionarse en contra de Crawford. Llega más tarde de lo que debiera, pero por fin está recibiendo el reconocimiento como uno de los mejores de todos los tiempos.
Nunca ha perdido, pero tiene que existir un plan para vencerle. ¿Será Álvarez quien lo encuentre?