Análisis: ‘Paseos’ — Un tierno paso hacia la sanación

WALKIES de Roe Moore es un cortometraje calladamente poderoso que explora el peso de los problemas de salud mental a través de una lente inesperada: un perro robótico llamado Luno. En un tiempo muy breve, Moore crea una narrativa que se siente a la vez íntimamente humana y sutilmente futurista.

La película se centra en Esther, interpretada con una vulnerabilidad cruda por Mariana Aroxa, cuyo desempeño es fundamental para la historia. El mundo de Esther es uno de colores apagados y rutinas repetitivas, un reflejo visual y emocional de su lucha con la ansiedad y la depresión. La dirección de Moore evita ser demasiado obvia, dejando que el aislamiento de Esther se revele a través de momentos discretos, como la forma en que observa a otros desde la distancia, anhelando conexión pero paralizada por su confusión interna.

Entonces aparece Luno, un perro robótico (interpretado por Jennie, una creación real de TomBot) que se convierte en el inusual compañero de Esther. La elección de una mascota robótica es un golpe de genialidad, mezclando ciencia ficción con emoción terrenal. Luno no es solo un truco; es un símbolo de apoyo accesible y no criticón, ofreciéndole a Esther una razón para salir de su niebla. Lo que distingue a WALKIES es su rechazo a ofrecer soluciones fáciles. Cuando Esther se encuentra con otro dueño de un perro robótico, su momento compartido de entendimiento se siente auténtico en lugar de forzado, un testimonio de la habilidad de Moore para encontrar esperanza en las pequeñas conexiones humanas. La película no esquiva la realidad de que la sanación no es ni linear ni completa, pero celebra el valor de dar ese primer paso.

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Con su combinación de profundidad emocional, imágenes innovadoras y un mensage sincero sobre la salud mental, WALKIES es un testimonio de la habilidad de Roe Moore como cineasta para equilibrar la ternura con la precisión técnica. Es un cortometraje que se siente expansivo, recordándonos que incluso los compañeros más pequeños, robóticos o no, pueden iluminar el camino hacia la sanación.

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