Las autoridades talibanes de Afghanistan anunciaron un alto al fuego con Pakistan que entró en vigor el miércoles. Esto ocurrió tras un segundo brote de violencia transfronteriza en menos de una semana, que dejó decenas de muertos y heridos e incluyó bombardeos aéreos sin precedentes de Pakistan sobre la capital afgana, Kabul.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid declaró en una red social que al menos 12 civiles murieron y más de 100 resultaron heridos en ataques de las fuerzas de seguridad pakistaníes a lo largo de la frontera en la provincia de Kandahar. Una organización médica internacional informó que al menos cinco personas fallecieron el miércoles por explosiones en Kabul, aunque la causa no pudo confirmarse inmediatamente.
Mujahid afirmó que las fuerzas talibanes respondieron el miércoles, matando a varios “soldados pakistaníes invasores”.
La Misión de la ONU en Afghanistan (UNAMA) reportó haber registrado “numerosos civiles afganos muertos y heridos debido a los recientes enfrentamientos transfronterizos”, agregando que todavía trabaja para “determinar la magnitud total de los daños civiles”. La agencia pidió “a todas las partes que pongan fin inmediato a las hostilidades para proteger a los civiles y prevenir más pérdida de vidas”.
Mujahid señaló que, bajo el acuerdo de cese al fuego, los combates se detendrían “a petición e insistencia de la parte pakistaní” a las 5:30 p.m. hora local. Dijo que los talibanes instruyeron a todas sus fuerzas a respetar la tregua, “siempre que nadie cometa un acto de agresión”.
Hablando en una cadena de televisión controlada por los talibanes, el comandante del ejército regional afgano, Mullah Gulbuddin Ilyas, acusó a los soldados pakistaníes de iniciar el último episodio de violencia.
En un comunicado, el ejército de Pakistan rechazó “las insinuaciones de que el ataque fue iniciado por Pakistan”, calificándolas de “indignantes y mentiras descaradas”. El ejército afirmó: “Las Fuerzas Armadas mantienen su resolución y están completamente preparadas para defender la soberanía e integridad territorial de Pakistan. Todos los actos de agresión contra Pakistan serán respondidos con toda nuestra fuerza”.
Según los informes, Afghanistan y Pakistan volvieron a enfrentarse cerca de la frontera compartida el 15 de octubre de 2025.
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Las relaciones entre Pakistan y el gobierno talibán de facto de Afghanistan se han deteriorado desde que los talibanes recuperaron el control del país en el verano de 2021.
La tensión escaló el 9 de octubre, cuando la fuerza aérea pakistaní realizó sus primeros bombardeos aéreos en Kabul. Los talibanes dijeron que la fuerza aérea de Pakistan atacó nuevamente dentro de Kabul el miércoles, destruyendo una vivienda, antes de que el alto al fuego entrara en vigor. No hubo información inmediata sobre víctimas de ese ataque.
Sin embargo, la organización médica internacional Emergency declaró el miércoles que un centro que gestiona en Kabul había admitido al menos 40 personas con “heridas por metralla, traumatismos contundentes y quemaduras. Diez están en estado crítico. Lamentablemente, cinco personas ya llegaron muertas. Las cifras de muertos y heridos son aún provisionales”.
“Comenzamos a recibir ambulancias llenas de personas heridas y supimos que hubo explosiones a pocos kilómetros de nuestro hospital”, dijo el director de Emergency en Afghanistan, Dejan Panic, en un comunicado, añadiendo que entre los heridos había mujeres y niños.
Emergency no especuló sobre la causa de las bajas, y los talibanes también informaron de la explosión de un camión cisterna de combustible en la capital el miércoles, aparentemente sin relación con los ataques pakistaníes.
Pakistan justificó sus primeros bombardeos afirmando que actuó porque los talibanes brindaban santuario y apoyo a miembros del Tahrik-e Taliban Pakistani (TTP), a menudo conocido como los talibanes pakistaníes, dentro de Afghanistan. El TTP ha llevado a cabo mortíferos ataques contra fuerzas de seguridad y civiles pakistaníes durante años.
Los talibanes lanzaron una ofensiva de represalia contra posiciones pakistaníes a lo largo de la frontera el 11 de octubre, y la violencia continuó de manera esporádica hasta la tarde del miércoles.