OKLAHOMA CITY — Después del Juego 4 de las Finales de la NBA, le preguntaron a Alex Caruso si sabe que ha alcanzado un estatus de superhéroe entre los fans del Oklahoma City Thunder en estos playoffs.
Después de todo, tener cero partidos de 20 puntos en la temporada regular y luego dos (y contando) en las Finales contra los Indiana Pacers tiende a causar ese efecto.
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"Sobre lo de superhéroe, digamos que soy Robin, porque es el único con el que me puedo comparar", dijo Caruso. "Tengo mejores jugadores a mi alrededor que hacen más."
Esa es parte de su historia, y a él no le molesta. Fue parte de los Lakers junto a un "Batman" como LeBron James cuando ganaron el título en la burbuja del 2020. Ahora ayuda a este equipo de Thunder, con otro "Batman" como Shai Gilgeous-Alexander (el MVP y campeón de anotación), a estar a dos victorias de su segundo campeonato.
Anotó 20 puntos en el Juego 2 y otra vez en el Juego 4, una victoria clave. No es casualidad que esos sean los partidos que el Thunder ha ganado. Su actuación en el Juego 4 fue histórica: ningún jugador en las Finales había logrado 20 puntos y 5 robos desde la banca.
"Es un monstruo competitivo, claramente", dijo el entrenador Mark Daigneault. "Lo ha demostrado una y otra vez. No tengo suficientes palabras para describirlo."
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Caruso, de 31 años, es el jugador más grande en el Thunder. Sus compañeros lo ven como el sabio del equipo, el veterano con anillo al que acuden por consejos.
"Juega, piensa y también entrena el juego al mismo tiempo", dijo Cason Wallace. "Siempre va dos pasos adelante."
Su historia es de superar obstáculos: era un recluta de cuatro estrellas en la escuela, no fue draftado y algunos entrenadores aún lamentan no ficharlo. Rick Carlisle, ahora entrenador de Indiana, lo vio en Dallas pero no le ofrecieron ni un contrato de verano.
"Los jugadores que pasan desapercibidos a veces tienen esa determinación que los lleva a la liga y les da impacto", dijo Carlisle.
Hoy, LeBron aún lo llama "uno de mis compañeros favoritos", y el Thunder siente lo mismo.
Caruso no necesita ser Batman. Él está feliz de ser Robin.
"Todo se reduce a querer ganar, ser muy competitivo", dijo Caruso. "Por eso mi carrera es así, por eso tengo éxito, por eso sigo en la NBA."