Las batatas de la Vega Baja se encuentran gravemente amenazadas. Crédito de la foto: Trang TRIEU / Unsplash
El cultivo de la batata en el sur de la provincia de Alicante se enfrenta a una creciente amenaza por parte de un minúsculo insecto: el gorgojo africano de la batata. Según los informes de ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) de Alicante, esta plaga afecta ya a aproximadamente el 30% de las 800 hectáreas dedicadas a este cultivo en la Vega Baja, abarcando municipios como Guardamar, Rojales, Catral, San Fulgencio, Almoradí y Orihuela. La organización advierte de que, si no se toman medidas urgentes, la totalidad de la cosecha podría perderse en el 2026.
Originario de ciertas regiones de África entre los Trópicos de Cáncer y Capricornio, este coleóptero se alimenta principalmente de batata, aunque también puede ocasionar daños en cultivos de maíz y algodón. A pesar de no estar oficialmente catalogado como plaga de cuarentena por la Unión Europea, su impacto en la agricultura local está generando una honda preocupación.
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Las autoridades competentes han recomendado diversas estrategias de control, como la realización de siembras más tempranas, el uso de variedades de ciclo corto y la rotación de cultivos. Otras medidas propuestas incluyen el empleo de material vegetal certificado oficialmente, la solarización del suelo durante los meses estivales y la eliminación de los restos vegetales y tubérculos tras la cosecha.
La Vega Baja es reconocida por su tradición hortícola y depende de la batata como cultivo estratégico para el empleo y la sostenibilidad económica de la zona. Con una producción regional estimada en 40 millones de kilogramos, lo que supone un valor aproximado de 20 millones de euros, ASAJA Alicante insta al Gobierno a que apruebe insecticidas eficaces y adopte medidias urgentes para controlar la plaga y proteger la economía local.