Alerta en Mallorca: La medusa más peligrosa del mundo aparece en BalearesAvistada una carabela portuguesa en las costas

Ejemplar de la medusa más peligrosa del mundo aparece en Menorca

Un espécimen de la especie de medusa más peligrosa del mundo ha aparecido en una playa de Menorca, la isla vecina de Mallorca. La carabela portuguesa fue hallada en la playa de Cala en Porter, perteneciente al municipio de Alaior. En un principio, un bañista enterró al animal en la arena—una criatura que, en realidad, solo suele encontrarse en el Atlántico abierto. Más tarde, los socorristas la recuperaron, acordonaron una amplia zona y esperaron a que la policía local se hiciese cargo.

El contacto con este molusco puede causar cicatrices permanentes y, en casos extremos, incluso la muerte en personas alérgicas. Sus tentáculos son traicioneros y pueden herir incluso cuando no se está mirando directamente al animal. A pesar de su peligrosidad, muestra un intenso color venenoso en tonos morados, azules y rosas.

En los últimos años, las carabelas portuguesas han provocado el cierre puntual de playas en Mallorca, aunque suelen desaparecer rápidamente, ya que no toleran las aguas cálidas del Mediterráneo. Este organismo es carnívoro: utiliza sus tentáculos venenosos para atrapar y paralizar a sus presas, arrastrándolas hacia sus pólipos digestivos. Se alimenta principalmente de pequeños peces, moluscos, camarones y otros crustáceos, además de zooplancton.

La carabela portuguesa tiene pocos depredadores naturales. Uno de ellos es la tortuga boba, cuya piel—incluyendo la de su lengua y garganta—es demasiado gruesa para que los tentáculos la penetren. Otros enemigos son el dragón azul (un molusco nudibranquio) y el caracol violeta. Incluso el pez luna, cuya dieta se creía basada en medusas, incluye a esta especie.

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El pez Nomeus gronovii, nativo del Atlántico, Pacífico e Índico, es notable por su capacidad de vivir entre los tentáculos mortales de la carabela portuguesa, alimentándose de ellos y de sus gónadas. A diferencia de los peces payaso—que usan mucosidad para evitar las células urticantes—este pez evade los tentáculos mediante una natación ágil.

Su esqueleto posee un alto número de vértebras, lo que aumenta su agilidad, y emplea principalmente sus aletas pectorales para moverse—una adaptación típica de peces que navegan en espacios reducidos. Además, su piel tiene un diseño complejo y produce al menos un anticuerpo contra las toxinas de la carabela. Aunque es diez veces más resistente que otros peces, aún puede ser afectado por los dactilozoides (tentáculos grandes), que evita activamente. Los gonozoides más pequeños, en cambio, no parecen dañarlo, y se ha observado que el pez los roe con frecuencia.