Alcudia Mallorca: El Palacio Es Fogueró

El abandonado Palacio Es Fogueró se encuentra frente al polígono industrial de Alcudia. Cerca de un conocido restaurante (Los Patos) y del Hospital de Muro, sirve como una curiosa bienvenida para quienes llegan a Puerto Alcudia y Playa de Muro, tomando la carretera de circunvalación de Bellevue o la vía por Albufera desde Sa Pobla.

Este fue un local nocturno que debía ser un complejo al estilo Las Vegas, uno de los más grandiosos de toda Europa. Con capacidad para 2.000 personas, fue idea de Pepe Casas, un empresario de la vida nocturna. También participaron Tomás Cano de Air Europa y Agustín Pinillos de Mundicolor, una touroperadora.

Inaugurado en 1989, el 6 de agosto de ese año vivió su momento cumbre: un concierto de Julio Iglesias. El precio de la entrada, que incluía cena, era de 20.000 pesetas por persona (unos 120 euros). Cerró tres años después. Varios factores lo hicieron inviable, como su ubicación: aunque tenía amplio estacionamiento, incluso para autobuses, las conexiones con el resto de la isla en esa época no le ayudaron.

Ha habido peticiones para su demolición, pues en más de 30 años no se ha hecho nada serio con el lugar. El Ayuntamiento de Alcudia propuso reubicar los locales de ocio nocturno en un Es Fogueró remodelado, pero los dueños de los clubes rechazaron la idea.

El edificio es inseguro. Aunque está vallado, como el Foro de Binissalem (otro vestigio del entretenimiento en Mallorca), esto no ha disuadido a los intrusos. El año pasado, un joven de 18 años fue llevado urgentemente al Son Espases en estado crítico tras caer desde el tejado. Los jóvenes van a Es Fogueró para hacer botellón y consumir drogas. Además, hay okupas; unos doce en total.

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Un par de ellos son africanos, vendedores ambulantes. Dicen: "No molestamos a nadie. No hay otro sitio donde vivir, no podemos pagar una casa." Hay un alemán y un húngaro: "Llevamos aquí un tiempo, todo el invierno." Otros trabajan en hostelería pero no pueden pagar los alquileres de la zona. Para servicios básicos, usan el polígono industrial para abastecerse de agua.

Su historia es demasiado común, mientras que el Palacio Es Fogueró es otro ejemplo del abandono en Mallorca. Hoy solo tiene un propósito: ser un hogar, aunque sea precario.