Al menos tres personas murieron en el pueblo de Ruidoso, Nuevo México, después de que fuertes lluvias causaran inundaciones repentinas.
Cayeron hasta 8.8 cm (3.5 pulgadas) de lluvia, haciendo que el río Ruidoso alcanzara un nivel histórico. Las aguas ya han bajado.
Un hombre y dos niños fallecieron al ser arrastrados por la corriente, confirmaron autoridades locales el martes por la noche.
Este desastre ocurre después de que inundaciones en Texas, el estado vecino, dejaran al menos 111 muertos, según datos de medios estadounidenses. Solo en un condado, 161 personas siguen desaparecidas, dijo el gobernador Greg Abbott el martes.
En Nuevo México, Kerry Gladden, portavoz de Ruidoso, informó que los equipos de rescate aún trabajaban en la zona y se habilitó una línea de emergencia para buscar familiares perdidos.
Los servicios de emergencia rescataron a más de 50 personas atrapadas por las aguas, mientras se instaba a los residentes a buscar terrenos más altos.
Tres personas recibieron tratamiento por heridas en el hospital local, añadió Gladden.
En redes sociales, la artista Kaitlyn Carpenter mostró al menos una casa siendo arrastrada por el agua. El alcalde Lynn Crawford no pudo confirmar cuántas viviendas se perdieron.
Crawford declaró en una radio local: "Todo empeoró muy rápido".
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió que dos áreas quemadas cerca de Ruidoso eran de alto riesgo, ya que el suelo dañado por incendios anteriores repele el agua "como el asfalto".
En junio del 2024, incendios forestales afectaron el sur de Nuevo México. Ruidoso fue evacuado mientras dos focos quemaban unas 10,000 hectáreas. Dos personas murieron y cientos de casas quedaron destruidas.
Informes posteriores indicaron que el riesgo de inundaciones repentinas aumentaría por al menos dos años, y la probabilidad de eventos graves era "mucho mayor".
La noticia sobre Ruidoso llegó horas después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, informara sobre las inundaciones en su estado.
En el condado de Kerr, 161 personas siguen desaparecidas, incluyendo cinco campistas y una monitora del Camp Mystic, un campamento cristiano a orillas del río Guadalupe.
Más de 90 de las 111 víctimas confirmadas por medios estadounidenses eran de la zona de Kerrville.