Se sabe que más de 40 personas han muerto tras varios deslizamientos de tierra que afectaron la región montañosa fronteriza de Kenia y Uganda la semana pasada.
"Perdí a una abuela, una tía materna, un tío, dos hermanas, una amiga de la familia y un primo. Estaban juntos en el pueblo de Kaptul", relató Felix Kemboi a la BBC desde el lado keniano.
Félix, de 30 años, estaba tan afectado que le costaba mucho expresar con palabras lo vivido.
A ambos lados de la frontera, muchas personas siguen desaparecidas y se han enviado equipos de búsqueda y rescate para encontrarlas, mientras hay advertencias de que podrían ocurrir más deslizamientos.
"A medida que continúan las fuertes lluvias en varias partes del país, el riesgo de deslizamientos de tierra, especialmente en la región del Valle de Kerio, es mayor", advierte el ministro del Interior de Kenia, Kipchumba Murkomen.
El ministro insta a los residentes de las zonas afectadas a tener cuidado con cualquier movimiento de tierra y dice que las autoridades locales están trasladando a los que están en riesgo a terrenos más altos.
Según el ministerio de educación del país, catorce escolares se encontraban entre las decenas de kenianos muertos cuando dos aludes de lodo golpearon el área del Gran Valle del Rift.
Supervivientes en el este de Uganda han compartido aterradores relatos con la BBC.
"Estábamos durmiendo por la noche, escuchamos un sonido enorme. Los vecinos vinieron corriendo. ‘¡Despierten! La montaña se viene’. Mi sobrina y mi hermano murieron", recuerda Helda Narunga Masai.
Su casa en la aldea de Kween fue destruida por el alud y ahora se está quedando con un vecino.
A unos 14 km de allí, en Kapchorwa, murieron tres niños y una mujer de la misma familia.
Trabajadores de la Cruz Roja de Uganda dicen que al menos 18 personas han muerto en el este del país, y su personal junto con voluntarios comunitarios buscan a las 20 personas que aún no han sido localizadas en los distritos de Kapchorwa, Bukwo y Kween.
Mande David Kapcheronge, un líder local, dijo a la BBC que los equipos de rescate están utilizando herramientas rudimentarias para remover montones de lodo en las labores de recuperación.
Los expertos ya habían advertido sobre construir viviendas en algunas de las áreas afectadas de Uganda y Kenia, donde los deslizamientos de tierra son un problema conocido.
En 2010, un deslizamiento de tierra en la ciudad ugandesa de Bududa mató a unas 300 personas, lo que lo convierte en uno de los desastres naturales más devastadores del país.
En respuesta a este último desastre, el gobierno ugandés está pagando a las familias enlutadas 5 millones de chelines (1.300 dólares) y 1 millón de chelines a cada superviviente.
El gobierno keniano aún no ha anunciado compensaciones para los supervivientes o los afectados.
En Uganda, las misiones de búsqueda se han visto dificultadas porque los deslizamientos han cortado el acceso a algunas carreteras.
Información adicional de Natasha Booty.
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