Es tarde en la noche en el sur de Nashville, y es el séptimo día de una redada de inmigración que dura una semana. Agentes de la policía estatal de Tennessee, seguidos por agentes federales de ICE en autos sin marcas, corren por calles vacías en este vecindario mayormente hispano. “¿Estás en Harding? Ahora — este blanco también regresó por allí.” Estos son voluntarios de ReMIX Tennessee, una organización que defiende a los inmigrantes. Intentan documentar y frenar lo que describen como una colaboración sin precedentes entre la policía estatal y ICE. “Sí, está causando mucho miedo en la comunidad. Hablo con familias que quieren auto-deportarse porque no quieren vivir otra vez lo que pasaron.” La auto-deportación es algo que la administración Trump ha promovido, incluso ofreciendo vuelos charters y dinero a quienes lo elijan.
Esa noche, Gisselle Huerta, de 24 años, y Stephanie Alas, de 25, llegan al lugar donde pararon un auto. “Este carro se está deteniendo. Es ICE.” Aquí se ve un vehículo de la policía estatal y un auto sin marcas con agentes de ICE esperando. “Acaban de parar a alguien, vinimos a ver por qué. ¿Necesitan algo de nosotros? ¿Están bien? Sí, vamos a esperar hasta que dejen ir a este señor y luego los seguiremos.” Normalmente, la policía estatal no puede aplicar leyes de inmigración, y ICE no puede detener autos sin causa probable o una orden. Pero esta nueva estrategia, llamada “operación cooperativa de seguridad pública”, ha hecho que paradas de tráfico terminen en arrestos por inmigración.
Eso fue lo que le pasó a Ana y su prometido, ambos indocumentados. Ella pidió anonimato por miedo a la deportación. “Cuando nos para, le pregunto: ‘¿Por qué nos para?’ Y solo dice: ‘Sus vidrios son muy oscuros.’ No nos pidió identificación ni documentos del carro. Nada. Solo dijo: ‘Apague el motor. Vuelvo.’ De repente, estamos rodeados de autos. Hay linternas en nuestras caras. No vemos nada.” Ana dice que no le dieron una multa y que ICE la detuvo. Estuvo en una celda por horas. “Más de 20 personas en cada una porque no hay espacio. Solo un baño. Nos procesan uno por uno. Tomó mucho tiempo. Hace calor.” La soltaron sin explicación. ICE dice que buscan indocumentados con antecedentes penales. Pero el prometido de Ana, sin récord criminal, fue arrestado y enviado a un centro en Luisiana.
Durante nuestra entrevista, él llamó. “Mi hijo tiene miedo de todo lo que pasa. Cree que no voy a regresar del trabajo. La gente tiene miedo. Nadie quiere salir, y lo entiendo. Se llevan a cualquiera.” En esta operación, la policía de Tennessee dijo que hicieron 660 paradas por infracciones. Casi 200 terminaron en arrestos por inmigración, y la mitad tenía antecedentes o cargos pendientes. En un comunicado, la policía estatal dijo que la operación solo aplicaba leyes de tránsito y que ICE manejó lo de inmigración. El gobernador dijo que su rol era colaborar con ICE para sacar criminales de las callas. ICE la llamó un éxito. “Aquí es mi hogar. Llevo 27 años y nunca habíamos visto algo así. Quiero que sepan: después de esto, van a otro estado.”