El policía que mató al adolescente indígena Kumanjayi Walker en 2019 era "racista" y tenía una "atracción" por la policía de alto riesgo, según una investigación forense.
Walker, de 19 años, murió poco después de recibir tres disparos a corta distancia del agente Zachary Rolfe durante un arresto en Yuendumu, una comunidad indígena remota en el Territorio del Norte (NT).
Rolfe, que ya no es policía, fue acusado del asesinato de Walker pero absuelto en 2022, lo que provocó protestas por las muertes de indígenas bajo custodia.
La jueza Elisabeth Armitage declaró que la muerte de Walker fue "evitable" y que había "evidencia clara de racismo arraigado, sistémico y estructural" en la policía del NT.
Durante una presentación al aire libre en Yuendumu, a unos 300 km al noroeste de Alice Springs, la jueza entregó un resumen de sus hallazgos, que superan las 600 páginas.
Según ella, Rolfe era racista y trabajaba en una organización con rasgos de "racismo institucional". Además, el lenguaje y comportamiento racistas estaban "normalizados" en la comisaría de Alice Springs.
Aunque no pudo confirmar si el racismo de Rolfe influyó en la muerte de Walker, la jueza no descartó esa posibilidad.
También señaló que el desprecio de Rolfe hacia colegas mujeres y su actitud hacia los policías rurales pudieron afectar sus acciones el día del tiroteo.
El 9 de noviembre de 2019, Rolfe y otro agente llegaron a la casa de Walker para arrestarlo por violar una orden judicial. Tres días antes, Walker había amenazado a policías con un hacha.
La jueza determinó que Walker era un "adolescente vulnerable" con problemas de control de impulsos, y que la policía debió evitar otro enfrentamiento.
Durante el arresto, Walker apuñaló a Rolfe con unas tijeras, lo que llevó al agente a dispararle sin previo aviso. Momentos después, Rolfe disparó dos veces más.
La jueza encontró que Rolfe tomó "decisiones equivocadas" que crearon un "peligro provocado por el policía", justificando el uso de fuerza letal.
Rolfe, un exmilitar, sentía emoción en situaciones de combate y desestimó un plan de arresto creado por una compañera porque "creía saber más".
Tras los disparos, los agentes arrastraron a Walker fuera de la casa antes de llevarlo a la comisaría, donde recibió primeros auxilios. Murió poco después.
"Arrastrarlo fue un acto irrespetuoso e innecesario", dijo la jueza.
Hizo 32 recomendaciones, como acuerdos de respeto mutuo para limitar el uso de armas en Yuendumu y fortalecer la estrategia contra el racismo en la policía.
Al finalizar su discurso, la jueza agradeció a los presentes y expresó sus condolencias a la familia de Walker.
Su prima, Samara Fernandez-Brown, dijo que el informe fue "abrumador" y que la familia evaluaría las recomendaciones.
La policía del NT calificó la investigación como un "proceso largo y doloroso", pero prometió aprender de lo ocurrido.
La investigación forense comenzó en 2022, ya que la ley del NT exige analizar todas las muertes bajo custodia, aunque sus hallazgos no son vinculantes.
