Agencias inmobiliarias extranjeras, advierten: “Déjenme Mallorca en paz y hagan negocio en su casa”

El colectivo SOS Residents de Mallorca fue constituido en 2022 por la ya extinta organización ecologista Terraferida. Este grupo adoptó deliberadamente como imagen la del movimiento SOS Tourism durante la pandemia. En el verano de 2022, con el turismo plenamente recuperado, el foco se desplazó hacia los residentes y hacia la exigencia de establecer un tope turístico debido a la masificación.

El colectivo ha remitido una carta a los miembros de ABINI, la asociación de agencias inmobiliarias nacionales e internacionales. Su membresía es limitada y la componen agencias que generalmente operan en el segmento de lujo del mercado inmobiliario. Muchas de ellas son compañías internacionales y su clientela es predominantemente extranjera.

En la carta se afirma: “Cada villa de lujo vendida a un millonario, un jubilado o una familia foránea supone una familia local sin hogar… Los residentes de Mallorca ya no les quieren. No son bienvenidos si vienen a comprar viviendas para especular, para lucrarse y para vaciar nuestros pueblos. Hagan negocio en su propia casa.

“Cada agencia que publicita el ‘paraíso mediterráneo’ en Londres, Berlín o Nueva York alimenta la gentrificación y expulsa a quienes han vivido aquí toda su vida.” El grupo explica que ha enviado esta carta a los miembros de ABINI “por necesidad, no por cortesía”. “Durante décadas, nuestra isla ha sido tratada como una mercancía: un lugar del que obtener beneficio, un decorado vacacional, una postal idílica para comprar y vender. Todo ello ha tenido un coste que ya no podemos asumir.”

Se presta una atención particular al mercado alemán: “Ya podemos hablar de una colonización económica y demográfica: barrios y municipios donde la lengua y el modo de vida local han sido reemplazados por un modelo importado, muy ajeno a nuestra realidad.

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“Nuestro gobierno nos ha dado la espalda. Durante años hemos acogido este modelo con los brazos abiertos, ignorando las consecuencias para las personas que viven y trabajan aquí todo el año. Nuestro gobierno ha alimentado la especulación. Ha priorizado el lucro de unos pocos ante la desesperación de una mayoría que ya no puede vivir en su propio territorio.

“Puede que tengan el dinero para comprar aquí, pero entiendan una cosa: no tienen nuestra bienvenida. Mallorca es más que un parque de atracciones para ricos. Esta isla no es un producto financiero. Hagan negocio en su casa y déjennos en paz. El pueblo mallorquín no va a callarse más.”