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La asociación de agencias de viajes Aviba en las Islas Baleares ha sumado sus críticas al decreto del gobierno para la contención del turismo que consolidará 90,000 plazas de alojamiento de alquiler vacacional. La asociación considera que esta es una “oportunidad perdida” para reducir la presión turística y al mismo tiempo aliviar la crisis de vivienda.
El presidente, Pedro Fiol, argumenta que se necesita “valentía” para mantener una oferta turística sostenible. “Reintroducir estas plazas de alojamiento en el mercado, en medio de una crisis de vivienda y con una creciente presión turística, es un error estratégico.”
Las agencias de viajes nunca han sido especialmente críticas en este tema en el pasado, pero Fiol cree que sus miembros necesitan ser contundentes y tomar posición en uno de los debates más importantes en las Islas Baleares. “No podemos permitir que nuestros visitantes ocupen viviendas que deberían reservarse para los residentes. Esto aumenta el precio del mercado y convierte un bien básico en un producto turístico.”
Siente que ciertos alquileres vacacionales son un “señuelo” para los visitantes que no pueden permitirse alojarse en un hotel y que esto “genera una oferta de baja calidad”. La asociación insta al desarrollo de una estrategia coherente que equilibre los diferentes alojamientos en las islas. “No se trata de demonizar los alquileres vacacionales, sino de organizarlos. Hace 15 años teníamos villas y chalets que eran un complemento y que no distorsionaban el mercado. Hoy, la situación es insostenible.
“Más alojamientos generan más demanda de vuelos. Y más vuelos ejercen más presión sobre una zona limitada.” Esto, argumenta, crea un círculo vicioso que contribuye a los problemas de saturación en las islas.
En cuanto a la crisis de vivienda, Fiol señala la especulación y las grandes compras por parte de fondos de inversión y otros grandes propietarios de inmuebles. Hay un incremento imparable de la oferta dirigida a compradores extranjeros de alto patrimonio. “En muchos pueblos, vemos más agencias inmobiliarias con letreros en idiomas extranjeros que en español o catalán. Esto refleja a quién se está vendiendo nuestra isla.”