El precio de las casas ha subido muchísimo en las últimas decadas, y ahorrar para el deposito suele ser el mayor obstáculo para que los primerizos puedan comprar su primera vivienda.
Con el alquiler, las facturas y el costo de vida en general subiendo, comprar una primera casa parece inalcanzable para muchos jóvenes.
Una forma en que las familias pueden apoyar a sus hijos o nietos es mediante un depósito regalado, donde se le da dinero al comprador para ayudar con la compra de una propiedad y hacer el proceso más asequible.
Esto puede significar poder pedir prestado más al banco para comprar una casa o conseguir una mejor oferta de hipoteca.
Los depósitos regalados son diferentes de los préstamos porque se dan sin expectativa de reembolso ni ningún interés legal en la propiedad – son un verdadero regalo para otra persona.
Esto significa que la persona que da el depósito no puede exigir que se lo devuelvan en el futuro.
Los depósitos regalados son una consideración importante para los prestamistas hipotecarios, ya que estos quieren asegurarse de que el comprador puede pagar sus cuotas y que no está sujeto a un acuerdo de pago oculto.
Para evitar riesgos, la mayoría de los prestamistas requieren que el donante firme una carta de donación, confirmando que el dinero es un regalo puro y que no espera ninguna forma de reembolso.
El donante también necesitará poder proporcionar prueba de identificación, como un pasaporte, así como prueba de domicilio, como un carnet de conducir y una factura de servicios.
Finalmente, debe haber prueba de que el dinero fue un regalo, demostrando de dónde vino, como una herencia, una pensión o la venta de una propiedad.
Aunque un depósito regalado generalmente no se grava, es importante saber que si la persona que lo regala fallece dentro de los siete años siguientes, el dinero se convertirá en una transferencia sujeta a impuestos y puede que haya que pagar impuestos de sucesión sobre él.
