La época previa a la Navidad puede ser un momento particularmente emocional y complejo del año para las familias separadas.
Aunque la temporada festiva suele asociarse con la unión, también puede agravar las tensiones existentes en torno a los arreglos para los niños y la comunicación.
Este período también puede hacer que los niños sientan mayor presión, especialmente cuando ambos hogares desean pasar mucho tiempo significativo con ellos.
Una comunicación temprana es una de las formas más efectivas para evitar desacuerdos o discusiones durante la Navidad.
Al comunicarse antes de que empiecen las vacaciones, los padres tendrán tiempo para evaluar planes de viaje, coordinar visitas con familiares extendidos y reflexionar sobre lo que funcionó y no funcionó en años anteriores.
Si bien una conversación informal es útil, puede ser beneficioso obtener una confirmación por escrito, como en un mensaje o correo electrónico, para asegurarse de que ambos padres tengan una comprensión clara de los planes.
Aunque no hay reglas que dicten cómo deben pasar la Navidad los hijos de padres separados, los enfoques comunes son:
- Alternar dónde pasan el día de Navidad cada año.
- Dividir el propio día de Navidad, si ambos padres viven cerca.
- Que un padre tenga a los niños el día de Navidad y el otro el día de San Esteban (Boxing Day).
- Alternar anualmente la semana de Navidad y la semana de Año Nuevo.
Las consideraciones prácticas son importantes al decidir cómo repartir el período festivo, ya que hay que tener en cuenta factores como el tiempo de viaje entre casas y la edad de los niños.
Si la comunicación entre los padres se ha deteriorado hasta el punto de que las discusiones informales ya no son constructivas, pero ambas partes están dispuestas a explorar una forma neutral y centrada en el niño para resolver sus diferencias, la mediación puede ser apropiada.
Un mediador independiente y capacitado puede facilitar discusiones estructuradas para ayudar a los padres separados a llegar a una solución mutuamente aceptable.
Si bien la Navidad puede presentar varios desafíos para los padres separados, una planificación considerada y una comunicación abierta pueden ayudar a prevenir muchos desacuerdos.
Al adoptar un enfoque estructurado para los arreglos de contacto y manteniendo los intereses de los niños en el centro de todas las decisiones, los padres separados pueden asegurar que la época festiva siga siendo una experiencia positiva para todos.
