La llamada “flota fantasma” rusa, que se usa para evadir las sanciones internacionales al petróleo relacionadas con la guerra en Ucrania, está generando gran preocupación en la Unión Europea.
Según un documento de trabajo preparado para una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE este lunes en Luxemburgo, se estima que la flota ahora incluye entre 600 y 1,400 buques tanque.
Expertos que asesoran a la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, dijeron que estos buques no solo contribuyen a la economía de guerra rusa, sino que también crean grandes riesgos para el medio ambiente y la seguridad marítima, de acuerdo con un documento visto por dpa.
Los accidentes que involucran a estos barcos podrían provocar derrames de petróleo y otra contaminación marina, con efectos devastadores en las zonas costeras, los ecosistemas y la pesca.
Muchos de estos barcos tienen estructuras de propiedad opacas y no tienen seguro o están infrasegurados. En tales casos, los expertos señalan que los contribuyentes de los estados costeros podrían tener que cubrir los costos de cualquier daño ambiental.
Moscú ha dependido de la flota fantasma durante años para burlar el tope de precio al petróleo ruso impuesto por Occidente. Esto a menudo implica fletar barcos viejos con propiedad difícil de rastrear y usar tácticas para ocultar el origen del cargamento de petróleo.
Algunos barcos han tenido sus transpondedores del sistema de identificación automática (AIS) por satélite apagados o manipulados, mientras que otros han transferido petróleo entre tanqueros en alta mar.
Barcos como plataforma para ataques con drones
Los expertos también advierten que los barcos de la flota fantasma podrían usarse como plataformas para lanzar drones con el fin de hacer interferencias o ataques de espionaje. Esta preocupación aumentó después de los avistamientos misteriosos de drones en Dinamarca, que interrumpieron temporalmente el tráfico aéreo sobre el área de Copenhague.
Para enfrentar el problema, Kallas propone acciones más fuertes contra los barcos y las compañías navieras involucradas, junto con una cooperación más estrecha con los estados costeros y los países bajo cuya bandera operan los barcos. Idealmente, estos estados consentirían inspecciones por parte de las fuerzas navales de la UE.
Desde junio de 2024, tres misiones navales de la UE tienen la tarea de monitorear la flota fantasma y recoger inteligencia, incluida la Operación Aspides, que principalmente busca proteger a los buques mercantes en el Mar Rojo de los ataques de la milicia hutí de Yemen.
Más de 560 barcos en la lista de sanciones
De cara al futuro, la UE planea expandir su lista de sanciones. El número de barcos que enfrentan prohibiciones de puerto y medidas punitivas, pendiente de aprobación por los estados miembros de la UE, aumentará de 444 a 562 bajo el decimonoveno paquete de sanciones UE-Rusia, según el documento.