La cifra de británicos residentes en España ha disminuído, mientras que el número de españoles que se trasladan al Reino Unido está en aumento, según cifras oficiales. Este intercambio de papeles ha cogido a muchos por sorpresa, viendo como españoles cambian su paella y sangría por el *fish and chips* y una taza de té.
La población británica en España se redujo un 2,2% este año, situándose en torno a 400.000 personas. En cambio, los españoles residentes en Gran Bretaña ascienden a aproximadamente 200.000, con 7.000 que se han reubicado en los últimos meses. El incremento ha sido constante durante los últimos años.
Los jóvenes españoles se han desplazado al Reino Unido en busca de mejores oportunidades laborales, especialmente en el sector sanitario (enfermería) y en servicios.
Entre los destinos preferidos por los españoles en el Reino Unido se encuentran el oeste de Londres (Kensington, Chelsea, Lambeth), Manchester, Bristol, Nottingham, Cambridge e Irlanda del Norte.
Aunque muchos se adaptan con facilidad, algunos expatriados señalan una posible ‘guetificación’ o dificultades para integrarse plenamente, de modo similar a lo que experimentan los británicos en España.
El descenso de la población británica se atribuye al aumento del coste de la vida y a la devaluación de la libra esterlina frente al euro. España sigue siendo uno de los destinos preferidos para los británicos, aunque tras el Brexit la situación se ha vuelto más compleja.
