Millares de personas se congregaron el viernes 10 de octubre para dar el último adiós a la leyenda del boxeo Ricky Hatton en una comitiva cargada de emotividad que culminó en la Catedral de Mánchester, donde personalidades como Wayne Rooney, Tyson Fury y Freddie Flintoff rindieron homenaje al «Hitman».
El servicio fúnebre constituyó una despedida conmovedora para el ícono de 46 años, quien fue hallado sin vida en su domicilio de Hyde el 14 de septiembre en circumstancias no sospechosas, en medio de un debate público sobre sus batallas contra los problemas de salud mental.
El cortejo fúnebre de Ricky Hatton recorrió los lugares que el boxeador amaba
La comitiva inició su recorrido a las 9:45 a.m. desde el pub Cheshire Cheese en Hyde, localidad natal de Hatton, trazando una ruta de 10 millas que pasó por varios de sus lugares frecuentados en el pasado, como el Harehill Tavern —donde se liberaron palomas—, su gimnasio local y el AO Arena. La multitud, estimada entre 5.000 y 10.000 asistentes por la Policía del Gran Mánchester, se alineó a lo largo de las calles coreando «Solo hay un Ricky Hatton», un guiño a sus ruidosas entradas al cuadrilátero. El cortejo, que incluyó el querido Reliant Robin de tres ruedas de Hatton —símbolo de *Solo en casa*—, se detuvo brevemente para recibir una ovación antes de llegar a la Catedral de Mánchester, donde se celebró un servicio privado al mediodía con más de 200 invitados destacados.
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En el interior de la Catedral de Mánchester, la atmósfera se encontraba impregnada de pesar y gratitud. Tyson Fury, ataviado con un traje estampado con su autorretrato, depositó una mano sobre el féretro y, según se informa, declaró posteriormente: «Ricky me inspiró… sin él, el Reino Unido no contaríua con tantos campeones de boxeo».
Conmovedores homenajes a Ricky Hatton por parte de grandes figuras del deporte en el funeral
Wayne Rooney, excompañero en el Manchester United, se situó solemne junto al cricketer Freddie Flintoff y el músico Liam Gallagher, cuyos vínculos con Oasis resonaron con la predilección de Hatton por el grupo. La futbolista Coleen Rooney y el comediante Paddy McGuinness se unieron a los boxeadores Amir Khan, Frank Bruno y Tony Bellew, evidenciando el atractivo transversal de Hatton más allá de su deporte.
Los homenajes familiares conmovieron profundamente a los presentes. Su hijo Campbell Hatton, boxeador profesional retirado con un historial de 14–2, leyó visiblemente emocionado: «No puedo expresar cuánto voy a extrañarte, padre… atesoraré por siempre los recuerdos que forjamos». Su madre Carol lo aclamó como «nuestro pequeño campeón desde el día en que nació», mientras que su hermano Matthew publicó en línea: «Te amo, Richard. Nos vemos al otro lado».
Tras el servicio, la comitiva se dirigió al Etihad Stadium, honrando la devoción perpetua de Hatton por el Manchester City. Pep Guardiola lo denominó en su día un «auténtico campeón», y los aficionados depositaron bufandas y guantes en su domicilio como tributo. La trayectoria de Hatton, con un palmarés de 45–3 que incluyó la unificación del peso superligero, inspiró a generaciones, si bien sus sinceras reflexiones en torno a la depresión y la adicción a través de organizaciones benéficas como CALM pusieron de relieve las luchas ocultas del atleta.
Su mánager, Paul Speak, aseguró que Hatton, quien planeaba un regreso en Dubái, «no tenía intención de hacerlo—tenía toda una vida por delante». Mientras Mánchester honra a su héroe con murales y vigilias, el legado de Hatton perdura: el de un guerrero de origen humilde que libró batallas tanto dentro como fuera del ring.