Tras su temporada más polémica y mejor valorada en años, **South Park** tenia grandes expectativas que cumplir con su final de temporada. Dada su infame producción de última hora – los creadores Matt Stone y Trey Parker a menudo no empiezan a escribir los guiones hasta la misma semana de emisión, trabajando hasta el último minuto – había dudas sobre si podrían cerrar todas las tramas, y además de forma satisfactoria.
Muchos esperaban un clímax apocalíptico para las historias largas, especialmente los intentos de Donald Trump por matar a su hijo próximo a nacer, fruto de su relación con Satanás. En cambio, Stone y Parker desviaron las expectativas con un final introspectivo y melancólico, que equilibra esperanza y desesperación junto a su humor escandaloso habitual.
En el episodio solo aparece uno de los cuatro niños principales: Stan Marsh. Deprimido por su horrible año, busca consuelo en el consejero escolar Jesús, solo para descubrir que el hijo de Dios se ha unido a Maga y se volvió “todo cristiano”. La broma más oscura muestra a Jesús tocando fondo, literalmente, al maltratar a su novia, Peggy Rockbottom.
Al ser rechazado, Stan intenta invocar a su viejo amigo, el Señor Copo de Nieve. En su lugar, aparecen las Criaturas del Bosque, unos animales adorables con un gusto satánico por el asesinato. Han venido para presidir el nacimiento del anticristo en lo que llaman “el cagatorio”.
Mientras, Satanás, con la ayuda de Toallín (la toalla parlante adicta a la hierba), descubre los planes de Trump y el vicepresidente JD Vance para matar a su bebé. Toallín, usado indignamente por el presidente, desea venganza. Así que, en cuanto se pone fino, él y Satanás persiguen a Trump y Vance para ajustar cuentas.
Trump y Vance, por su parte, van a South Park para liberar de la cárcel al secretario de guerra Pete Hegseth y al experto billonario en el anticristo, Peter Thiel. Todos se enfrentan en la plaza, pero Jesús interviene a favor de Trump. Satanás rompe aguas y en el hospital declaran al feto muerto, en un suicidio sospechosamente similar al de Jeffrey Epstein. Trump evade toda responsabilidad otra vez.
Mientras Trump celebra en la Casa Blanca y un Satanás devastado vuelve al infierno, Jesús recapacita. Se disculpa con Stan y le concede un milagro navideño: recuperar su antigua casa familiar. Es la primera vez que vemos la casa de Stan en varias temporadas, marcando un reinicio.
El episodio está cargado de referencias al pasado, sobre todo al “espíritu de la Navidad”, título de los cortos originales de Stone y Parker. South Park y la Navidad están ligados, así que es lógico que este final sea también un especial navideño.
Al mismo tiempo, los creadores miran al futuro, incluyendo su lucha por la libertad de expresión. Cuando Jesús dice “Adelante, demandenme, ya no tendré miedo”, claramente es Stone y Parker tomando posición.
Con su acuerdo por 50 episodios con Paramount, sabemos que quedan 40 episodios más. Aunque es difícil adivinar qué pasará, probablemente el dúo no ha terminado con Trump y sus secuaces. La destrucción causada por esos políticos ha enfurecido a los creadores como nada en años y, irónicamente, incluir esos personajes le ha dado nueva vida a la serie.
