Acusado pesó dosis fatal en balanza de cocina, según fiscales

Una mujer australiana acusada de matar a familiares con un plato de carne Wellington supuestamente usó una balanza de cocina para calcular una dosis mortal de hongos tóxicos, según los fiscales.

Erin Patterson se declaró inocente de matar a tres personas e intentar asesinar a otra en su casa en Victoria en julio del 2023. La mujer de 50 años dice que nunca quiso hacerles daño y que fue un accidente trágico.

Los fiscales dijeron el jueves que fotos en su teléfono, donde aparecen hongos silvestres siendo pesados, prueban que medía la cantidad necesaria para matar a sus invitados.

Patterson admitió que probablemente eran sus fotos, pero negó que los hongos mostrados fueran mortales (Amanita phalloides).

Los suegros de Patterson, Don y Gail Patterson (ambos de 70 años), y la hermana de Gail, Heather Wilkinson (66), murieron días después del almuerzo. El esposo de Heather, el pastor Ian Wilkinson, sobrevivió tras semanas en coma inducido.

El juicio, que ya lleva seis semanas, ha escuchado a más de 50 testigos. Patterson fue la primera testigo de la defensa en declarar este lunes.

Bajo interrogatorio, admitió que recolectó hongos silvestres en los tres meses previos al almuerzo, aunque antes lo negó a la policía.

Mostraron imágenes de abril del 2023, recuperadas de su teléfono, donde se ven hongos siendo pesados. Patterson confesó que borró datos electrónicos después del almuerzo por miedo a ser culpada.

Un experto afirmó que los hongos en las fotos coincidían con los mortales. El fiscal alegó que Patterson los buscó deliberadamente días antes, basándose en un post de iNaturalist. Ella lo negó.

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"Usted pesó esos hongos para calcular una dosis mortal", le acusó el fiscal. "No estoy de acuerdo", respondió ella.

También hablaron de que usó hongos secos en polvo en comidas como espaguetis y brownies. Los fiscales dicen que era práctica para el almuerzo fatal; ella dijo que solo quería que sus hijos comieran más verduras.

Le preguntaron repetidas veces si usó el mismo deshidratador para preparar los hongos venenosos. Cámaras de seguridad la muestran tirando el aparato a la basura.

"Por eso se apuró a deshacerse de la evidencia", dijo el fiscal. "No", respondió ella.

Patterson admitió que mintió a la policía sobre recolectar hongos y tener un deshidratador: "Fue un estúpido impulso por miedo. No debí hacerlo".

Insistió en que nunca puso hongos venenosos a propósito. Dijo que quizá hubo una mezcla accidental con hongos comprados en tienda.

También la cuestionaron sobre si invitó a sus familiares para hablar de un supuesto cáncer. Ella admitió que no tenía cáncer pero que disfrutó la preocupación que generó.

"Usted pensó que sus invitados morirían y su mentira no se descubriría", dijo el fiscal. "No es cierto", respondió.

El juicio continuará este viernes y se espera que dure al menos dos semanas más.