No es la primera vez que Medvédev es el personaje principal en una noche entretenida en Nueva York.
Cuando llegó a la final en 2019, asumió el papel de villano de pantomima mientras provocava a los aficionados estadounidenses.
Le abuchearon por molestar al público con sus celebraciones y entrevistas provocativas tras los partidos, antes de ganarles con una actuación heroica en una derrota en cinco sets contra Rafael Nadal en la final.
Dos años más tarde, Medvédev recibió su aclamación después de vencer a Novak Djokovic para ganar su primer título grande – y celebró con una caída cómica en la pista inspirada por un videojuego.
En 2023, discutió con algunos seguidores en un partido nocturno contra el australiano Chris O’Connell – pero esta vez Medvédev se aseguró de que el público estuviera de su lado en un intento de cambiar el partido contra Bonzi.
Medvédev habló recientemente sobre sus payasadas en la cancha en una entrevista reveladora con BBC Sport, describiendo sus arrebatos como “tocar la bocina de un coche”.
Pero su reacción al perder en primera ronda de un Grand Slam por tercera vez consecutiva fue una vista preocupante.
En lugar de salir rápido, Medvédev se sentó desconsolado en su silla antes de destruir una raqueta golpeandola repetidamente contra el banco metálico que sostenía su bolsa.
El seis veces finalista de Grand Slam se echó a llorar y permaneció sentado mientras Bonzi comenzaba su entrevista en la pista.
Después, Medvédev, que parece que va a salir del top 20 mundial, dijo que durante el partido sintió que quería “terminar su carrera”.
Preguntado si era el final, respondió: “No hoy, pero cuando esté terminando mi carrera, nunca sabes dónde quieres hacerlo. Hoy pensé, ‘este podría ser un buen lugar para hacerlo'”.
