La inteligencia artificial ha avanzado con tal celeridad que ya ha comenzado a reconfigurar el empleo y la educación a escala global. Los expertos predicen avances significativos en la automatización de tareas para 2026, lo que afectará directamente a roles específicos y a las elecciones formativas. Diversos informes subrayan tanto los riesgos como las oportunidades laborales a medida que la IA se integra en los entornos de trabajo.
Los puestos de atención al cliente presentan una alta vulnerabilidad.
En la actualidad, los chatbots y asistentes virtuales gestionan consultas rutinarias constantemente, aunque su eficiencia real sea cuestionable. Han reducido la necesidad de agentes humanos para soporte básico. Las tareas administrativas, como la introducción de datos o la gestión de agendas, también se ven amenazadas por sistemas de software inteligente y son objetivo directo de cualquier empresa que pretenda recortar su masa salarial.
Los servicios de traducción sufrirán disrupciones por los avanzados modelos lingüísticos de IA.
Ya existen herramientas que proporcionan traducciones precisas en tiempo real, lo que impacta potencialmente a traductores profesionales y autónomos. Los roles de soporte técnico están evolucionando, pues los diagnósticos con IA resuelven incidencias comunes sin intervención humana. Siempre que el operador sepa introducir contenido, tono e incluso información geográfica para traducciones simples, la IA ya obtiene puntuaciones bastante altas. Traducciones más literales, como las de herramientas lineales tipo Google Translate, han inundado el mercado, muy notablemente en el desconcertante mundo de los manuales de instrucciones en inglés de la electrónica asiática. ¡Nadie entiende esas cosas! No obstante, el autoaprendizaje comenzará pronto a proporcionar contexto y tono adecuados, sin duda antes de lo que creemos.
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El diseño gráfico y la arquitectura sienten la presión de herramientas generativas que crean visuales con rapidez.
Los puestos de nivel inicial serán los más perjudicados, aunque la dirección creativa sigue, por ahora, en manos humanas. El CEO de Nvidia, Jensen Huang, subrayó la necesidad de adaptación por encima del miedo. Los trabajadores que dominan las herramientas de IA superan a quienes se resisten al cambio. Al adoptar la nueva tecnología, pueden mejorar su productividad en lugar de garantizar su despido. Afirmó: “No perderás tu empleo por la IA. Lo perderás porque el siguiente tipo sí la está usando”.
El Informe sobre el Futuro del Empleo 2025 del Foro Económico Mundial (¡sí, el FEM!) pronostica una gran transformación laboral. La tecnología está generando una creación masiva de empleo en campos relacionados con la IA, a la vez que desplaza a otros. Los empleadores necesitan personas que gestionen la revolución de la IA. A fin de cuentas, la IA es una máquina. No sabe lo que se espera de ella hasta que se lo indican. Encontrar a las personas idóneas para hacerlo es de lo que trata el empleo en la era de la inteligencia artificial.
Los análisis de Goldman Sachs demuestran que su IA generativa pone en riesgo ciertos roles administrativos y profesionales frente a la automatización electrónica. Los impactos aún están en transición, con algunos empleos que se pierden y nuevas oportunidades que emergen.
¿Sobre qué deberían pensárselo dos veces los jóvenes a la hora de estudiar?
Antes era sencillo: estudiar medicina – ser médico. Estudiar derecho – ser abogado. Hoy ya no es tan fácil. Los estudiantes que planifiquen sus estudios para 2026 no deberían considerar las oportunidades laborales actuales, sino las que existirán cuando se gradúen.
Los programas de literatura, filosofía e historia enfrentan serios desafíos, pues la IA genera y analiza textos con razonable eficacia y velocidad. En textos más sublimes, como la poesía o la literatura profunda, aún no es tan competente, ya que el texto suele estar más vinculado a la experiencia humana y plagado de significados implícitos y “entre líneas”. Pero para la mayoría de los escritos de uso cotidiano, la IA ya está prácticamente lista.
Las oportunidades también disminuyen en la investigación, así como en la docencia y campos afines que dependen de la interpretación textual. La automatización reduce la demanda de graduados en humanidades puras sin habilidades complementarias. La digitalización y los factores económicos están agravando esta tendencia. Los perfiles que destacan son aquellos que saben utilizar la IA. Por el momento, las especializaciones en IA, datos o tecnologías emergentes ofrecen prospetivas más sólidas, aunque quizá esos empleos enfrenten la misma amenaza en el futuro.
Los padres que orientan a sus hijos adolescentes en la elección universitaria deberían considerar estos cambios venideros. Los campos que combinen creatividad humana y tecnología deberían demostrar mayor resiliencia ante los cambios. 2026 marca una aceleración en el mundo de la IA, no un punto final. Las decisiones estratégicas de hoy pueden moldear las oportunidades del mañana.
Preguntamos específicamente a ChatGPT qué roles podrían ser reemplazados por la IA en grandes organizaciones en 2026, y no se contuvo:
- Representantes de atención al cliente — Los chatbots y asistentes virtuales ya gestionan consultas generales y soporte, especialmente en banca.
- Asistentes administrativos y roles clericales — La automatización amenaza tareas de agenda, introducción de datos y oficina rutinaria.
- Traductores e intérpretes — Los modelos lingüísticos avanzados proporcionan traducciones precisas en tiempo real en la mayoría de situaciones.
- Operadores de entrada de datos — La IA procesa e introduce datos más rápido y con menos errores.
- Contables y auditores (tareas rutinarias) — La contabilidad, conciliación y cumplimiento básico se automatizan con facilidad.
- Asistentes legales y paralegales — La revisión documental, investigación y redacción están migrando hacia la IA.
- Escritores y creadores de contenido (nivel inicial) — Las herramientas generativas pueden redactar artículos, informes y copy publicitario.
- Diseñadores gráficos (básicos) — La IA genera visuales y maquetaciones a partir de indicaciones.
- Analistas financieros (modelización rutinaria) — Las herramientas predictivas ya realizan pronósticos de datos y evaluación de riesgos.
- Correctores y editores de texto — La IA detecta errores y sugiere mejoras.
- Agentes de soporte técnico — Los diagnósticos y resolución de problemas se automatizan mediante IA.
La adaptación mediante la alfabetización en IA sigue siendo clave para 2026, ya que los humanos que utilizan estas herramientas suelen superar a quienes no lo hacen.