Publicando nuestra carta a Melchor. Crédito: Nicole King.
Son muchas las cosas que adoro de vivir en España, y las prolongadas festividades navideñas son, sin duda, una de ellas. Hasta que los Reyes Magos llevan el oro, el incienso y la mirra al niño Jesús y los regalos a los niños el 6 de enero, España sigue exudando alegría navideña.
Los niños españoles no suelen recibir regalos de Papá Noel; en su lugar, deben asegurarse de acostarse temprano en la noche del 5 de enero para aguardar la llegada de los Reyes Magos. Al igual que con Santa, también han de preguntarse si están en la lista de los traviesos o de los buenos y si son merecedores de un obsequio de los Sabios o de un trozo de carbón.
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El carbón se entrega el Día de Reyes como un castigo simbólico para los niños que se portan mal. Hoy en día, el carbón suele estar hecho de azúcar, pero independientemente de ello, no es algo que desearía para ningún niño, ni siquiera en broma. Hace años, unos vecinos españoles míos pensaron que sería gracioso esconder los regalos de su hija de siete años y dejar solo carbón bajo el árbol. Pudo verse cómo su mundo se derrumbaba en incredulidad. Estaba tan devastada que ni siquiera pudo disfrutar de los regalos reales cuando los sacaron.
Esta época del año es especialmente importante para nuestros hijos y su sentido de la maravilla, y también para el nuestro; abracémosla por completo.
Si tenéis niños, les encantará ver las cabalgatas del 5 de enero y tratar de atrapar los dulces; las carrozas son realmente impresionantes también.
Gaspar, Baltasar y Melchor también visitarán el Hard Rock Hotel el 4 de enero, lo que supondrá una forma divertida para que los niños los conozcan.
¿Qué mejor manera de empezar un año nuevo? Hagamos que este año sea especialmente especial para todos nosotros.
Feliz Año Nuevo.