El equipo médico del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha informado que el político se sometió a un procedimiento para tratar su problema de hipo crónico.
Según uno de sus doctores, el tratamiento del sábado “salió bien”. Otro médico, Claudio Birolini, añadió que el procedimiento –que enfatizó no era una cirugía– duró “aproximadamente una hora”.
El exmandatario de ultraderecha cumple actualmente una condena de 27 años por planear un golpe de Estado, después de que perdiera las elecciones presidenciales de 2022 en el país latinoamericano frente a su oponente de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva.
Este último procedimiento se produce después de que el hombre de 70 años se sometiera con éxito a una operación por una doble hernia a principios de esta semana, tras obtener permiso para ser trasladado al hospital.
Antes de la cirugía, Bolsonaro también apoyó a su hijo Flávio para que se presentara contra Lula en las elecciones presidenciales de Brasil de 2026. Su declaración –una carta escrita a mano– fue leída por el hijo fuera del hospital.
Después de la exitosa operación, su equipo médico consideró necesario tratar sus hipo recurrente, que sufría desde hacía meses.
“Han sido nueve meses de lucha y angustia con hipo diario”, dijo el sábado Michelle, la esposa de Bolsonaro.
Ella explicó en una publicación en redes sociales que el procedimiento de su marido había “bloqueado” uno de sus nervios frénicos.
Los nervios frénicos contraen y expanden el diafragma, lo que permite a los pulmones inhalar y exhalar. El hipo es causado por espasmos involuntarios del diafragma, típicamente como resultado de una irritación del nervio frénico.
Sus médicos confirmaron luego que habían tratado el nervio frénico derecho y tenían programado actuar sobre el nervio izquierdo el lunes.
Una vez dado de alta del hospital, el expresidente regresará a una celda en la sede de la policía federal para continuar cumpliendo su sentencia.
Bolsonaro fue declarado culpable del complot golpista en septiembre. Se le puso bajo arresto domiciliario pendiente de apelaciones, pero fue llevado a custodia policial el mes pasado después de ser considerado un “riesgo de fuga concreto”.
Funcionarios judiciales dijeron que había intentado romper su tobillera electrónica y planeaba usar una concentración frente a su casa como cobertura para un intento de fuga. Bolsonaro insistió en que no tenía intención de huir.
También el sábado, el Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó el arresto domiciliario de 10 funcionarios por participar en su intento de golpe. Todos ellos habían servido en su gobierno.
