Kilmarnock aguantó para conseguir un punto en un empate sin goles contra el St Mirren. Su mala racha en la Premiership escocesa ya llega a doce partidos sin ganar.
El equipo del entrenador interino Kris Doolan frustró a los ganadores de la Copa de la Liga. Así, se alejaron cuatro puntos del último lugar, que ocupa Livingston.
Las semanas intensas antes de Navidad quizás afectaron a los héroes de Hampden de Stephen Robinson.
Aún así, el equipo local fue mejor en la segunda mitad y creó la única oportunidad clara del partido.
El portero Tobi Oluwayemi, que viene del Celtic, le negó el gol a Dan Nlundulu desde muy cerca.
Hubo pocas ocasiones tan claras en una primera mitad desordenada, frente a una gran fiesta de 7,531 aficionados.
Shamal George se estiró al máximo para desviar un remate de Lewis Mayo desde lejos. Fue un buen inicio para el Killie.
Un disparo desviado de Greg Kiltie, ex-jugador del St Mirren, fue a parar al techo de la red.
En el otra portería, Oluwayemi reaccionó bien al sacar un cabezazo de Jonah Ayunga tras un córner.
Roland Idowu empezó a crecer como una amenaza contra la criticada defensa del Killie y estuvo cerca de marcar para los Saints.
Sin embargo, el técnico Stephen Robinson siguió en el borde del área técnica, pidiendo más de sus jugadores.
Robinson hizo cambios para que los Saints atacaran más rápido. Puso a Jayden Richardson y, luego, a Mika Mandron.
La entrada de Richardson liberó a Conor McMenamin para ser más creativo por el centro.
El internacional de Irlanda del Norte participó en la jugada donde los Saints estuvieron muy cerca de marcar al minuto 61.
Una jugada rápida terminó con un pase de Richardson para Nlundulu, pero Oluwayemi hizo una gran parada con su pie.
Los Saints atacaron mucho por los lados, aunque el Killie siguió siendo peligroso en contraataque, sobre todo con el joven Ben Brannan.
La defensa del Kilmarnock ha sido muy criticada durante su mala racha, pero esta vez aguantó bien para lograr su primer partido sin recibir goles desde octubre.
No fue un partido bonito, pero para Doolan es su primer punto como técnico y, en medio de esta mala racha, se ve como algo positivo.
