Desde bolsos de lujo hasta vinos Burdeos vintage, los consumidores chinos siempre han asociado los productos franceses con el buen vivir. Ahora, Francia pretende enganchar a la creciente clase media del país con otra especialidad local: el foie gras.
China impuso restricciones estrictas a las importaciones del icónico paté de hígado de oca francés durante la epidemia de gripe aviar en Europa, pero hay señales de que las cosas podrían cambiar. Pekín prometió recientemente llevar más productos "desde las granjas francesas a las mesas chinas".
París y Pekín también firmaron una declaración sobre agricultura durante la visita del presidente francés Emmanuel Macron a China a principios de este mes. Esto genera esperanzas entre los exportadores franceses de poder entrar en el vasto mercado chino.
Con el foie gras francés enfrentando prohibiciones de importación en otros mercados clave, algunos productores ven a China como una respuesta potencial a los problemas de la industria. Sin embargo, los exportadores podrían estar subestimando los desafíos que enfrentarían en el mercado chino, especialmente la intensa competencia local, advierten conocedores.
Aún así, las ambiciones de la industria se mostraron por completo en la Exposición Internacional de Importaciones de China, la feria de importaciones más grande del país, en Shanghai el mes pasado. Allí, la asociación francesa de la industria del foie gras, CIFOG, hizo su aparición debut.
CIFOG buscaba causar impacto. Su stand estaba ubicado bajo una réplica enorme de la Torre Eiffel. Trajeron chefs del restaurante con estrella Michelin, Maison Lameloise Shanghai, para preparar foie gras fresco, lo cual atrajó a una multitud, incluyendo a un ministro de comercio francés que visitaba el lugar.
