En su mensaje navideño, el Rey Felipe VI instó a los españoles a proteger la “convivencia democrática” frente a los riesgos de la polarización.
Los casos de corrupción y los escándalos de acoso sexual han asediado al frágil gobierno de coalición minoritaria del presidente socialista Pedro Sánchez, sumiendo a la política española en una profunda turbulencia.
La oposición conservadora lanza constantemente invectivas contra el Ejecutivo y exige elecciones anticipadas, pero Sánchez se niega a dimitir, denunciando una campaña de desprestigio contra su gobierno y su familia.
“Los ciudadanos perciben también que la tensión en el debate público genera desgaste, desencanto y desafección”, afirmó Felipe en su tradicional discurso a la nación desde el Palacio Real de Madrid.
“El extremismo, el radicalismo y el populismo se nutren de esta falta de confianza, la desinformación, las desigualdades, el desencanto con el presente y las dudas para encarar el futuro.”
Este año España conmemoró el cincuentenario de la muerte del general Francisco Franco, lo que puso fin a su brutal dictadura de 36 años e inició un complejo camino hacia la restauración democrática.
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“La convivencia no es un legado perenne. No basta con haberla recibido: es una construcción frágil”, advirtió el monarca.
“Nos corresponde a todos preservar la confianza en nuestra convivencia democrática”, añadió, subrayando: “En democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas; ni las ajenas, amenazas.”
El Rey, de 57 años, abogó por el “diálogo” y por una “conducta ejemplar en el desempeño de todas las autoridades públicas”.