Al igual que ocurre en otros sectores, la industria del transporte en Mallorca y las Baleares afronta un déficit de personal cualificado. Los transportistas necesitan más conductores y mecánicos; la Federación Balear del Transporte estima que faltan unos 400 profesionales. Se señala que, en parte, se trata de un problema generacional: los trabajadores se jubilan y no son sustituidos por personal joven.
Una posible solución es reclutar en el extranjero. Marruecos, Colombia y Perú son paises a los que el sector está recurriendo. Sin embargo, existen inconvenientes. Aunque los candidatos deben contar con las cualificaciones obtenidas en sus países de origen, también necesitan homologar o adquirir la titulación necesaria en Baleares, cuyo curso ronda los 400 euros.
Las empresas pueden, lógicamente, asumir este coste de formación si es preciso, por lo que no es un obstáculo insalvable. El mayor escollo radica en el coste de la vida y, especialmente, en la vivienda (suponiendo que se encuentre). Petra Mut, gerente de la Federación Balear del Transporte, admite que “el coste de vida en las Islas Baleares es un problema, no solo el precio de la vivienda”. Esta es una razón por la que potenciales empleados han desistido finalmente de trasladarse al archipiélago.
El empleo presenta, además, un componente estacional. Determinado por la demanda turística, suele tener una duración de ocho a nueve meses al año. La federación reconoce que deben existir garantías de alojamiento. Mut señala que una estrategia adoptada por la hotelería, la de proporcionar vivienda a los empleados, podría ser a largo plazo una buena solución.
No obstante, se trata de una medida que podría simplemente agravar los problemas ya existentes de acceso a la vivienda.