En España, la iniciativa de los Certificados de Ahorro Energético (CAE) ofrece a particulares y empresas un incentivo económico directo para reducir el consumo energético mediante la renovación de electrodomésticos por modelos eficientes o la transición a vehículos eléctricos. En lugar de basarse en deducciones fiscales tradicionales o descuentos de proveedores, este mecanismo proporciona una recompensa monetaria tangible por acciones que demuestran una reducción efectiva del consumo, todo ello dentro de un marco regulatorio supervisado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Bajo este sistema, los comercializadores de energía —incluidos los sectores eléctrico, gasístico y de productos petrolíferos— están obligados por ley a adquirir certificados que representan ahorros energéticos cuantificables logrados por terceros. El esquema opera mediante documentación digital oficial: “El CAE es un certificado electrónico que acredita que las medidas de ahorro energético generan una reducción de un kilovatio hora (kWh)”, según el Ministerio. Por ejemplo, reducir el consumo anual en 500 kWh permite al consumidor registrar 500 CAEs, que posteriormente pueden venderse a los agentes obligados en el mercado español.
Origen y funcionamiento del sistema de CAE
Introducido para ayudar a España a cumplir los objetivos europeos del Pacto Verde y la Directiva 2012/27/UE, el sistema de CAE es un pilar fundamental de la estrategia nacional para mejorar la eficiencia energética en un 32,5% hacia 2030. Los grandes comercializadores deben adquirir estos certificados, ya sea directamente de particulares o instaladores que los generan, o a través de intermediarios. Así, se establece un mecanismo de mercado que reconoce y valoriza las reducciones en el consumo energético final.
Acciones que generan Certificados de Ahorro Energético
Diversos tipos de proyectos pueden dar derecho a la obtención de Certificados de Ahorro Energético:
- Sustitución de electrodomésticos obsoletos (frigoríficos, lavadoras, hornos) por modelos modernos con clasificación energética avanzada.
- Cambio a sistemas de calefacción o refrigeración eficientes (por ejemplo, instalación de bombas de calor o unidades aerotérmicas en sustitución de calderas de gas antiguas).
- Instalación de medidas de aislamiento mejorado, como ventanas de alto rendimiento o mejoras en la envolvente del edificio para reducir pérdidas térmicas.
- Adquisición de un vehículo eléctrico para reemplazar un modelo antiguo de gasolina o diésel.
Cada acción debe ser verificada por instaladores autorizados o proveedores acreditados, que confirmarán que la mejora cumple los criterios técnicos y es elegible según las directrices del CAE.
Retribución económica y compensaciones típicas
La compensación para el consumidor varía según el tipo y la magnitud del ahorro logrado. Datos del sector en España indican retornos promedio como los siguientes:
- La renovación de un electrodoméstico puede generar un pago de alrededor de 50 €, reflejando un ahorro energético anual limitado pero significativo.
- La compra de un coche eléctrico en sustitución de un modelo de combustión puede traducirse en beneficios entre 800 y 1.500 €, acordes con el alto ahorro energético y de emisiones que conlleva.
- La instalación de un sistema eficiente de calefacción o aire acondicionado (como una solución aerotérmica) suele generar compensaciones desde 1.000 hasta 3.000 €.
Ejemplos recientes muestran que, en 2024, hogares que renovaron varios electrodomésticos como frigoríficos o lavadoras pudieron acumular hasta 400 CAEs anuales, obteniendo retornos económicos sustanciales por parte de las compañías energéticas.
Pasos para acceder al sistema
El Ministerio para la Transición Ecológica recomienda:
- Verificar qué acciones de ahorro energético son elegibles y evaluar las reducciones potenciales.
- Contratar a un instalador o proveedor certificado para ejecutar y verificar las mejoras.
- Registrar el CAE electrónicamente para su posterior venta a un agente obligado.
Accesible tanto para particulares como empresas, este sistema fomenta una amplia gama de mejoras en eficiencia, permitiendo transformar el ahorro energético en valor financiero real a través de un marco regulado y transparente.