¡Feliz Navidad a todos nuestros lectores! Si celebráis la Navidad en España, aquí tenéis doce tradiciones que los foráneos suelen considerar a la vez brillantes y extravagantes.
Desde el ‘tronco que caga’ catalán hasta la versión vasca de Papá Noel, The Local os guía por el extraño y maravilloso mundo de la Navidad española.
Belenes que transmiten un mensaje
A los españoles les encantan los belenes y muchos municipios instalan uno público durante las fiestas. Pero no siempre se ciñen al formato tradicional de la Sagrada Familia en un establo rodeado de animales.
Algunas localidades montan un Belén “viviente” —con actores y animales reales—, mientras que otras optan por transmitir una declaración social a través de la escena. Hace unos años, Barcelona generó polémica al exhibir una versión moderna de la escena bíblica, con las figuras dispuestas en lo que parecía un mercadillo o, según algunos críticos, “un montón de trastos viejos”.
Un Belén gigante de 18 metros de altura en Alicante, que en 2020 batió el récord Guinness al ‘belén con las figuras más grandes del mundo’. (Foto de JOSE JORDAN / AFP)
Los cagones navideños
Los caganers son una decoración típica de los belenes en Cataluña. Esta figura defecante, escondida tras María y José, simboliza la fertilización (aunque la fertilidad era mucho pedir) y atrae la suerte y prosperidad para el año venidero.
La figura tradicional es la de un payés catalán con barretina roja y pipa.
No obstante, los caganers modernos representan a personajes públicos de actualidad, desde políticos hasta héroes deportivos. Como era de esperar, la figura de Donald Trump fue un best-seller hace unos años; ahora lo son el ucraniano Zelenski y el futbolista argentino Messi.
La difunta reina Isabel II y el rey Carlos representados como ‘caganers navideños’. (Foto de Josep LAGO / AFP)
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El Gordo de la lotería de Navidad
Es la lotería más grande del mundo y se celebra casi sin interrupciones desde 1812. Prepárense para ver largas colas en las calles para comprar décimos, multitud de supersticiones y teorías, y alegría desbordante y champán entre los agraciados.
Vendedores de lotería y ganadores celebran con champán después de que ‘les tocara el Gordo’. (Foto de JORGE GUERRERO / AFP)
Cada año, miles de personas participan en la tradicional carrera solidaria de 10 km de Madrid ataviados con los trajes rojos y blancos de Papá Noel o sus elfos, lo cual constituye un espectáculo digno de ver.
Encontrar a un amigo en la carrera de Papá Noel es como jugar a ‘¿Dónde está Wally?’. (Foto de CURTO DE LA TORRE / AFP)
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El ‘Papá Noel’ vasco
Aparta, Santa Claus, porque en el norte de España vive una versión más corpulenta y ruda de ti. El Olentzero, leyenda con aspecto de labrador y pipa, se convirtió en la alternativa a Papá Noel y los Reyes Magos para padres vascos más militantes en la década de 1970.
Hoy en día, en la mayoría de hogares vascos suele trabajar en colaboración con sus colegas ‘extranjeros’ repartidores de regalos.
Los vascos son diferentes, incluso en Navidad. Foto: Midjourney AI/Wikipedia
El tronco ‘cagón’ de Navidad
Además de incluir figuras defecantes en sus belenes, los catalanes tienen el Tió de Nadal, un alegre tronco navideño que colocan en la chimenea cada Nochebuena.
La tradición manda que hay que ordenar al Tió de Nadal que cague mientras se le golpea con un palo. El tronco, siempre sonriente, espera a que los niños se acuesten para traerles los regalos.
El Tió de Nadal es una parte fundamental de la Navidad en Cataluña. Foto: Toniher / Wikimedia Commons
Cantar las buenas nuevas
Los niños del colegio de San Ildefonso de Madrid, antiguamente huérfanos, se encargan de cantar los números premiados del sorteo de Navidad desde 1771.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo surgió esta peculiar forma de anunciar los números, pero la leyenda cuenta que los huérfanos de San Ildefonso recitaban plegarias por las calles de Madrid para pedir limosna.
Fueron escogidos para el sorteo navideño porque, al ser huérfanos, se consideraba que eran menos propensos a hacer trampas.
Los niños de San Ildefonso siempre utilizan el mismo tono y rima al cantar los números. Foto cedida: Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado/AFP
Hacer el primo
Los españoles celebran el Día de los Santos Inocentes, el 28 de diciembre, gastándose bromas pesadas unos a otros (no intentes gastar una broma a un español el 1 de abril porque no cosecharás muchas risas).
Se ponen pelucas y gafas ridículas y, al descubrir la broma, exclaman “¡Inocente, inocente!”.
En el municipio alicantino de Ibi, llevan la tradición aún más lejos con su festival centenario llamado Els Enfarinats (los enharinados), donde los participantes, vestidos con uniformes militares, simulan un golpe de estado y se enfrentan lanzándose harina, huevos y petardos.
Participantes vestidos con atuendos militares falsos lanzan huevos durante la batalla de “Els Enfarinats” en el pueblo de Ibi, al sureste de España. (Foto de JAIME REINA / AFP)
El desafío de las uvas
Si has celebrado Nochevieja en España, quizás hayas observado cómo los locales engullen doce uvas al compás de las campanadas de medianoche.
Se dice que la tradición de las doce uvas se inició a principios del siglo XX, cuando los viticultores de Alicante tuvieron una cosecha tan abundante que idearon esta forma de vender la uva antes de que se estropeara.
La costumbre se ha extendido a muchos países latinoamericanos como forma de atraer prosperidad para el año entrante.
Tragarse una uva por cada campanada es más difícil de lo que parece. (Foto de Rebeca MAYORGA / AFP)
Despertar a los Reyes Magos
Cada 5 de enero, los niños de la ciudad andaluza de Algeciras atan docenas de latas y las arrastran por las calles provocando un estruendo tremendo.
¿La razón de esta tradición ensordecedora? Asustar a un gigante legendario que intenta cubrir el cielo con una espesa nube de humo para impedir que los Reyes Magos entreguen los regalos a los niños.
La Cabalgata de Reyes
La Epifanía es tradicionalmente la principal festividad navideña en España, cuando los niños reciben sus regalos, no de Papá Noel, sino de los Reyes Magos.
El 5 de enero por la tarde se celebran imponentes cabalgatas en pueblos y ciudades de toda España, donde los niños se agolpan en las calles para atrapar los dulces que lanzan Melchor, Gaspar y Baltasar.
Este último suele ser interpretado por una persona con la cara pintada de negro, aunque en los últimos años se ha tratado de encontrar actores negros para el papel debido a la polémica generada por esta práctica anacrónica.
Tres hombres con la cara pintada de negro caracterizados como el rey Baltasar, una práctica cada vez más controvertida en España. (Foto de CRISTINA QUICLER /AFP)
Demasiado dulce (y peligroso)
El Roscón de Reyes es un dulce tradicional que las familias españolas toman cada 6 de enero. Advertencia: este manjar festivo contiene la habilidad oculta de hacer añicos tus dientes, y no nos referimos al azúcar.
Cada roscón esconde una figurita de metal o plástico. A quien le toque en su porción se le corona rey o reina de la mesa. También hay un haba en el interior; quien la encuentre debe pagar el roscón del año siguiente.
Cuidado con los dientes al morder el Roscón de Reyes. Foto: Wikipedia