Los conductores en España se preparan para la implantación obligatoria de las balizas V16 conectadas a partir del 1 de enero, y los recelos en materia de privacidad son numerosos, generando un amplio debate en las redes sociales. Muchos temen que la función de geolocalización del dispositivo pueda permitir a la Dirección General de Tráfico (DGT), o a otro organismo, monitorizar los vehículos en tiempo real. No obstante, las autoridades y la agencia de protección de datos han negado categóricamente estas afirmaciones, subrayando que las balizas solo transmiten datos de ubicación cuando se activan durante una emergencia, y de forma anónima.
La baliza V16, una luz intermitente compacta diseñada para sustituir a los triángulos de preseñalización tradicionales, se ha convertido en una de las medidas de seguridad vial más controvertidas de España. A partir del próximo año, la mayoría de vehículos deberán portar una versión conectada del dispositivo, que no solo emite una luz ámbar de alta intensidad supuestamente visible desde lejos, sino que también envía la posición del vehículo a la plataforma 3.0 de la DGT.
¿Informa la baliza V16 sobre dónde ha estado usted?
Los rumores que circulan en línea han generado una ansiedad generalizada, con algunos conductores preocupados por una vigilancia constante o posibles multas basadas en los datos de la baliza. Una comunicación inicial insuficiente por parte de la DGT no ha hecho más que echar leña al fuego, dejando muchas preguntas sin respuesta durante demasiado tiempo, hasta las recientes aclaraciones.
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Los expertos explican que las balizas no pueden rastrear a los conductores de forma continua. Equipadas con tecnología IoT y una tarjeta SIM integrada, proporcionan capacidad de geolocalización en la red viaria española, pero solo activan la transmisión cuando el conductor enciende manualmente el dispositivo en caso de avería o accidente.
La V16 deja de transmitir la ubicación al apagarse
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) abordó estas preocupaciones en una declaración oficial: “La baliza transmite señal únicamente mientras está encendida y cesa al apagarse, sin generar historiales de movimiento ni enviar datos de forma continua”. La agencia subrayó que los datos de ubicación son completamente anónimos, sin vínculo alguno con el conductor, la matrícula del vehículo o información personal.
Cuando un conductor activa y coloca la baliza V16 (típicamente en el techo del vehículo), tarda unos 100 segundos en conectarse a los satélites. La señal se enruta luego a través de la nube del fabricante –proporcionada por operadoras de telecomunicaciones– antes de llegar a la plataforma DGT 3.0. Desde ahí, alerta a las autoridades de tráfico pertinentes.
Es crucial destacar que el sistema está diseñado exclusivamente para la seguridad: advertir a otros usuarios de la vía mediante paneles de mensaje variable, aplicaciones de navegación o sistemas de gestión del tráfico sobre un vehículo inmovilizado, reduciendo el riesgo de accidentes secundarios. Alrededor de 25 personas fallecen anualmente en España al ser atropelladas mientras colocan los triángulos; la V16 permite señalizar sin salir del vehículo.
Nuevas normas bajo escrutinio
Sin embargo, muchos no están convencidos, alegando accidentes causados por una visibilidad insuficiente de las balizas. Muchos también cuestionan la nueva recomendación de que los ocupantes permanezcan dentro del vehículo esperando la grúa o los servicios de emergencia. Recientemente, un niño de dos años falleció en el Reino Unido al estar en un coche averiado cuando otro vehículo colisionó contra él por detrás.
Tanto la AEPD como la DGT destacan que la adquisición de una V16 no requiere registrar datos personales ante las autoridades, garantizando el anonimato. La señal enviada incluye solo la ubicación y un identificador técnico del dispositivo, imposible de rastrear hasta personas concretas.