El empresario Josep Perelló, de 87 años, asegura que ha recuperado la ilusión tras adquirir el antiguo Bingo Balear de Palma por 2,4 millones de euros. Su proyecto consiste en transformarlo en un café-teatro, que podría incluir también un restaurante. En estos momentos está tramitando los permisos en el ayuntamiento y confía en que le autoricen a seguir adelante con la iniciativa.
“Los ingenieros ya han evaluado el local y nos confirmaron que no habría inconveniente para convertirlo en un café-teatro. Quizá incluso se podría habilitar un cine o un restaurante, quién sabe.”
El inmueble, construido en 1909, lleva una década en desuso. No obstante, se realizaron obras considerables: los inversores que pretendían reconvertir el bingo en un casino llegaron a invertir unos doce millones de euros. El casino nunca abrió sus puertas por falta de licencias, y finalmente los tribunales dieron al traste con el proyecto.
El interior resulta extraordinario, dado lo avanzado de los preparativos para su apertura como casino. Hay mesas de ruleta, blackjack y póquer, así como pantallas de bingo electrónico y máquinas tragaperras con esfinges egipcias y zombis. Se conservan treinta cámaras de vigilancia y una cámara acorazada. Las sillas de piel azul lucen la leyenda ‘Casino Bingo Balear’. Es el casino que nunca existió, pero que parece haber estado en funcionamiento.
“Todo está completamente nuevo”, señala Perelló, aunque un técnico le aclara que los sistemas informáticos funcionan con Windows 7. Perelló no piensa realizar una reforma integral; ¿para qué, si el local se encuentra en óptimas condiciones?