La Unión Europea reaccionó con contundencia este miércoles ante las sanciones de visado impuestas por Estados Unidos a cinco personalidades europeas involucradas en la regulación de empresas tecnológicas, incluido el antiguo comisario europeo Thierry Breton.
La respuesta se produjo después de que el Departamento de Estado estadounidense anunciase el martes que denegaría los visados a cinco ciudadanos europeos, acusándoles de intentar “coaccionar” a las plataformas de redes sociales norteamericanas para que censurasen puntos de vista que se oponen a los suyos.
Francia, Alemania y España también condenaron la noticia procedente de Washington.
Una declaración de la Comisión señaló: “Hemos solicitado aclaraciones a las autoridades estadounidenses y mantenemos el diálogo. De ser necesario, responderemos con celeridad y determinación para defender nuestra autonomía normativa frente a medidas injustificadas.
“Nuestras normas digitales garantizan un entorno seguro, equitativo y de igualdad de condiciones para todas las empresas, aplicadas de manera justa y sin discriminación”, añadió.
Breton, el antiguo máximo regulador tecnológico de la Comisión Europea, chocó a menudo con magnates tecnológicos como Elon Musk por sus obligaciones de cumplir las normativas de la UE.
El Departamento de Estado lo ha descrito como el “cerebro” de la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, que impone estándares de moderación de contenidos y otros requisitos a las principales plataformas de redes sociales que operan en Europa.
La DSA estipula que las plataformas principales deben explicar sus decisiones de moderación, proporcionar transparencia a los usuarios y garantizar que los investigadores puedan realizar trabajos esenciales, como comprender el grado de exposición de los menores a contenidos peligrosos.
Sin embargo, la ley se ha convertido en un punto de conflicto amargo para los conservadores estadounidenses, quienes la ven como un arma de censura contra el pensamiento de derechas en Europa y más allá – una acusación que la UE niega con vehemencia.
“La Administración Trump no tolerará más estos atroces actos de censura extraterritorial”, declaró el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, en una publicación en X el martes.
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‘Intimidación y coacción’
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, escribió el miércoles en una publicación en X: “La DSA fue adoptada democráticamente por la UE para la UE – no tiene efecto extraterritorial”.
Las prohibiciones de visado, añadió, “no son aceptables”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en X: “Francia condena las medidas de restricción de visado adoptadas por Estados Unidos contra Thierry Breton y otras cuatro figuras europeas”.
“Estas medidas equivalen a intimidación y coacción destinadas a socavar la soberanía digital europea”, añadió, afirmando que Europa defenderá su “autonomía normativa”.
El ministerio de Asuntos Exteriores de España también condenó las sanciones estadounidenses, señalando que “un espacio digital seguro, libre de contenidos ilegales y desinformación, es un valor fundamental para la democracia en Europa y una responsabilidad de todos”.
Breton abandonó la comisión en 2024 y Stephane Sejourne, su sucesor al frente del mercado interior de la UE, dijo en X que “ninguna sanción silenciará la soberanía de los pueblos europeos”.
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La prohibición de visado también tenía como objetivo a Imran Ahmed, del Centro para Contrarrestar el Odio Digital, así como a Anna-Lena von Hodenberg y Josephine Ballon de HateAid, una organización alemana que, según el Departamento de Estado, funciona como un “indicador de confianza” para aplicar la DSA.
Clare Melford, que dirige el Índice Global de Desinformación (GDI, por sus siglas en inglés) con sede en el Reino Unido, también figuraba en la lista.
Una declaración de HateAid calificó la decisión del gobierno estadounidense como un “acto de represión por parte de una administración que ignora cada vez más el estado de derecho e intenta silenciar a sus críticos con todas sus fuerzas”.
Un portavoz del GDI declaró que “las sanciones de visado anunciadas hoy son un ataque autoritario a la libertad de expresión y un atroz acto de censura gubernamental”.
Calificó las acciones de “inmorales, ilegales y antiestadounidenses”.